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Un niño con su mascota

Un niño con su mascotaGetty Images/iStockphoto

Un nuevo estudio señala los cinco beneficios de que los niños crezcan con un perro

Tener mascota durante la infancia fomenta el desarrollo emocional y el bienestar de los niños en múltiples áreas

Crecer con un perro como mascota, desde una temprana edad, ayuda al desarrollo físico y psicológico de los niños, incrementa su autonomía y responsabilidad, y es una fuente constante de compañía, cariño y aprendizaje que fomenta la empatía.

Son los resultados del estudio The Role of pet-human bond, realizado por Purina, y que evidencia las pruebas relativas al papel de las mascotas en el desarrollo emocional y el bienestar de los niños.

Un bienestar especialmente llamativo para niños con necesidades educativas especiales. Por ejemplo, el análisis demuestra que las actividades asistidas con animales favorecen un mejor funcionamiento social entre los niños con trastorno del espectro autista (TEA) y una mayor adaptación escolar en jóvenes que reciben psicoterapia asistida con animales para mejorar su adaptación psicosocial.

Cinco beneficios de crecer con un perro

Los organizadores del estudio destacan también cinco beneficios que la convivencia con perros tiene en la vida de las personas, especialmente para los niños.

1.- Compañía constante: «Aunque la infancia no siempre es fácil, tener mascota proporciona una compañía constante en los buenos y malos momentos», indican. Así, los perros «ofrecen consuelo para los niños, incluso cuando estos deben enfrentarse a las dificultades de la vida». También se ha demostrado que acariciar y abrazar a un perro «alivia el estrés y nos ayuda a relajarnos».

2.- Estilo de vida más activo: Cuidar a un perro fomenta un estilo de vida más activo, hasta el punto de que «los niños con perros hacen ejercicio al menos once minutos al día más que los que no tienen mascotas».

3.- Aprendizaje de responsabilidad: «Tener una mascota es una forma positiva de enseñar a los niños a ser responsables. Asegurarse de que el perro tiene comida y agua les da a los niños un primer contacto con la responsabilidad y la obligación. Además, aprenden empatía y compasión al cuidar a su mascota y desarrollan un mayor nivel de autoestima al hacerse cargo de sus responsabilidades como dueños», indican.

4.- Mejora en la salud: Los estudios han demostrado que «los bebés que se han criado en contacto con una mascota enferman con menor frecuencia en su primer año de vida, lo que significa menos visitas al médico». Además, los impulsores del estudio constatan que «se ha visto que la exposición a la caspa de las mascotas y los microbios que estas traen al hogar desde el exterior mejoran el desarrollo del sistema inmunológico de los bebés», y que «los niños que crecen con perros tienen menos riesgo de desarrollar alergias».

5.- Aumento de los niveles de serotonina y dopamina: Uno de los mayores beneficios de tener un perro, especialmente para un niño, «es hacerles felices», apunta el estudio. «Se ha demostrado que la interacción con animales aumenta los niveles de serotonina y dopamina, que son los componentes químicos de los sentimientos positivos».

Sin caer en otro tipo de desviaciones afectivas, que humanicen a los animales o los equiparen a una suerte alternativa de «hermanos» o «hijos», el estudio constata que crecer con un perro como mascota enriquece la vida de los niños, y señala que «acoger a un perro en un entorno familiar puede ser uno de los mejores regalos que puede recibir un niño durante su infancia».

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