Naomi Watts perdió a su padre cuando tenía 7 años
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Pink Floyd salvó a Naomi Watts tras la muerte de su padre, `road manager´ del grupo
Era solo una niña cuando el ingeniero de sonido y asistente de gira de la mítica banda de rock progresivo murió de una sobredosis
Perder a su padre por una sobredosis de heroína cuando solo tenía siete años fue un momento decisivo en la vida de Naomi Watts. Un trauma infantil, fruto de una inestabilidad familiar, que afectó sobremanera a su carácter. «Pierdes una parte de ti mismo. Sientes que no estás completamente formado y nunca lo superas por completo».
Peter Watts era ingeniero de sonido y road manager de Pink Floyd. Años antes se había divorciado de Myfanwy Roberts, una vendedora de antigüedades y diseñadora de escenarios y disfraces inglesa con la que tuvo dos hijos, Ben y Naomi, y de la que se separó cuando esta última tenía solo cuatro años. Comenzó, entonces, una espiral autodestructiva de drogas y alcohol que le provocó una fatal sobredosis de heroína a los 31 años.
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Todo hacía presagiar que las míticas palabras «I never said I was frightened of dying» pronunciadas por él mismo en la magistral The Great Gig in the sky del grupo de rock alternativo formarían parte de su destino. Su legado quedó en forma de contribuciones al mítico grupo, especialmente al considerado como uno de los mejores álbumes de la historia de la música, The Dark Side of the moon. Las repetidas risas que se escuchan en dos de sus temas, Speak to me y Brain Damage pertenecen al fallecido, mientras que la frase «Yeah, I was definitely in the right that geezer was cruisin’ for a bruisin’» de Money y Us and them a su segunda mujer, Patricia. También apareció en el reverso del disco Ummagumma.
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Como tan solo tenía ocho años cuando falleció conserva pocos recuerdos de la relación entre sus padres y el mítico grupo. «Tienes que entender, tengo quizá tres fotos de mi padre y quizá un par de recuerdos. Y todas las fotos de él están fuera de foco o él se ve como una pequeña mancha al fondo», explicó. Sin embargo, uno de ellos se le quedó grabado en la retina y retratado en una de las escasas fotografías que atesora de su progenitor. En ella, aparece junto a su mujer Myfanwy, madre de la intérprete, posando en la playa y luciendo unos provocadores bañadores para la época, que dejaban patente ese carácter rebelde que caracterizó a Peter.
El triste suceso que dejó a Naomi y a su hermano Ben huérfanos de padre marcó para siempre sus vidas, así como la de su madre, quien, poco después, trató de rehacer su vida junto a otro hombre. «Cuando murió, mi padre no había ahorrado dinero y supongo que mi madre no tenía nada. La banda la ayudó con unos cuantos miles de dólares para seguir adelante» e iniciar una nueva vida. Antes de cumplir los 14, la intérprete se mudó junto a su familia, primero, a Gales y, después, al condado inglés de Suffolk, hasta que en 1982 todos se trasladaron definitivamente a Sídney, donde la intérprete también tiene la nacionalidad.
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«Me mudé de un lado para otro cuando era una niña. Fui a nueve escuelas diferentes en Inglaterra. Empecé en Kent, después me fui a Cambridge por un tiempo. Vivimos en Norfolk, en Suffolk, en Gales. Así que viví de un lado para otro, asistiendo a muchas escuelas nuevas y con la constante necesidad de reinventarme mientras me preguntaba: '¿Cómo consigo formar parte de ese grupo? ¿Cómo consigo que me acepten? ¿Quién quieren que sea?'. Esta es la parte gitana o nómada que llevo en mí, una constante reinvención». Su propia experiencia le influyó para criar a sus propios hijos, a los que siempre quiso educar en un colegio normal, a pesar de que los de su entorno cercano apostaban por el conocido como homeschooling.
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