Las últimas decisiones tomadas por el Príncipe Harry puede que hayan afectado a la relación entre abuela y nieto
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Las claves del cisma entre Isabel II y el Príncipe Harry
El exduque de Sussex ha sido duramente criticado por preferir los juegos Invictus al funeral de su abuelo
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Desde que hace dos años, el Príncipe Harry protagonizase el conocido Megxit, su relación con la familia real británica ha estado en un constante punto de mira. Su salida de la casa real estuvo bañada en misterio y especulaciones hasta que justo un año después, los propios protagonistas hablaron en televisión de qué es lo que había motivado su huida. Lo hicieron, nada más y nada menos, que, en el programa de Oprah Winfrey, con la que mantienen una excelente relación de amistad y a quien desvelaron secretos hasta entonces desconocidos.
Bien es verdad que siempre se había especulado sobre la presión que había sentido la duquesa de Sussex en torno a su papel en la familia real, pero ni siquiera los medios de comunicación ingleses se llegaron a imaginar que estuvo a punto de quitarse la vida. El matrimonio confesó, además, lo coartado que se sintió hasta que decidió abandonar la Corona y trasladarse a California para alejarse de las polémicas. Si al principio eran los continuos ataques a Meghan de varios miembros de la familia y, especialmente, de los tabloides británicos, después fue el supuesto interés del Príncipe Carlos en el color de piel de sus futuros nietos.
Todo ello afectó a la relación que el Príncipe mantenía con su familia. Protagonizó, incluso, un breve altercado con su hermano, antes incluso de que estuviera casado con Meghan Markle. Los hermanos protagonizaron una acalorada discusión, después de que Guillermo le preguntase por qué tenía que apresurarse con el romance. Aunque al principio afirma que el Príncipe Guillermo estaba encantado con la otrora actriz, poco después, empezó a considerarla como una «oportunista». La disputa empeoró significativamente la relación entre ambos y agigantó, aún más, las diferencias entre ellos, debido a que Harry lo consideró una auténtica traición.
Entre tanto devaneo con su hermano, con su padre, e incluso, con Catalina de Inglaterra, ¿qué opinión al respecto tenía Isabel II? Buckingham, fiel a su política de no intervención, siempre ha mantenido las opiniones de la Reina al margen, aunque diarios como The Sun o Daily mail se han puesto en contacto con personas de su entorno que han afirmado que siempre se mostrará tajante y no permitirá que su nieto retome sus funciones institucionales.
Aún así, otros como Robert Hardman apuntan que «Harry adora a su abuela, tienen una relación muy similar a la que el príncipe Carlos tenía con la reina madre. Ha sido fundamentalmente ella quien ha hecho todo lo posible por mantener el contacto», explicaba un antiguo empleado de palacio en el libro Queen Of Our Times: The Life Of Elizabeth II. Cercana o no, lo cierto es que su relación puede haberse visto terriblemente afectada, especialmente por tres decisiones tomadas recientemente.
No irá al funeral de su abuelo
El sábado un portavoz de Harry realizó un comunicado en el que explicaba que ni este ni su mujer van a asistir al funeral en memoria del duque de Edimburgo. Que el Príncipe se pierda el 29 de marzo el homenaje a su abuelo justo un año después de su fallecimiento es especialmente significativo, ya que en 2021 no se le pudo rendir tributo como merecía –con la presencia de dignatarias, políticos y miembros de las asociaciones en las que participaba el consorte– por la covid.
La decisión puede haberse visto motivada por el riesgo de seguridad que el Príncipe ve al viajar a Inglaterra, ya que, al no pertenecer a la Casa Real, no tiene derecho a la misma protección y seguridad que otros miembros. Sería, en cambio, una manera de reunirse con su familia después de haber faltado también al Jubileo de Platino de la Reina y la mejor forma de que esta conozca a su bisnieta, Lilibeth Diana.
Asistirá a los juegos Invictus
Desconocemos cómo le habrá sentado a la Reina que su nieto no quiere hacer acto de presencia en el funeral de su abuelo, pero, probablemente, haya criticado, como el resto de medios de comunicación, que sí asista, en cambio, a los juegos Invictus. El portavoz del hijo menor de Carlos de Inglaterra y la Princesa Diana confirmó que viajará a La Haya dos semanas después del servicio religioso en honor del Príncipe Felipe.
Ha sorprendido, además, la campaña de publicidad que está realizando en redes sociales, en donde aparece sonriente vestido de naranja, con sombrero y gafas de colores incluidas. En el vídeo, publicado en la cuenta oficial de Instagram de los Invictus games que siempre apadrina, aparece haciendo una videollamada con cuatro personas más que le introducen en la jerga holandesa. Cuando todos le dicen que está listo para asistir a los juegos revela su atuendo y comienza a demostrar una actitud desenfadada que ha sido duramente criticada.
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Escribirá una biografía que «sacudirá» a toda la familia
Que el Príncipe Harry haya rentabilizado con 23 millones de dólares su autobiografía demuestra lo provechosa que ha sido su marcha de la Casa Real. Ahora, que lo haga en cuatro tomos y que uno de ellos, el último, solo se publique cuando su abuela fallezca, hace entender que va a desvelar secretos que Isabel II no aprobaría.
En teoría, «compartirá, por primera vez, el relato definitivo de las experiencias, aventuras, pérdidas y lecciones de vida que le han ayudado a formarse», tal y como aseguraron sus editores de Penguin Random House en el primer comunicado. Sin embargo, también se espera que cuente datos jugosos sobre los miembros de la familia. Sobre todo, porque una de las cláusulas del contrato exige que incluya detalles personales y familiares nunca antes revelados.
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