¿Qué ha sido de la fortuna de Steve Jobs?

El nombre de Steve Jobs está ligado para siempre a Apple: la empresa que fundó, de la que fue despedido y a la que más tarde volvió y se convirtió en la más valiosa del mundo. Es fácil olvidar que fue otra compañía, Pixar, la que le hizo ganar sus primeros mil millones. El resto es historia.

Una década después de la muerte de Steve Jobs, su legado perdura. Más conocido como fundador de Apple, el empresario acumuló una fortuna multimillonaria valorada en 10.200 millones en el momento de su fallecimiento, en octubre de 2011. La mayor parte fue destinada de forma directa a su mujer, Laurene Powell Jobs, incluyendo las acciones que tenía en Apple y Disney. Bajo el mandato de Tim Cook, Apple ha crecido exponencialmente hasta diez veces: sus acciones antes se vendían a 14 dólares y ahora están valoradas en 142,65.

Durante su matrimonio, la pareja tuvo tres hijos: Reed Paul, Eve Jobs y Erin Sienna. De su relación anterior, Jobs tuvo una hija mayor llamada Lisa Brennan-Jobs. Cabe resaltar que Laurene comentó en una entrevista al New York Times que ninguno de sus hijos recibirá la herencia de la fortuna que amasó el fallecido cofundador de Apple. Expresó que no le interesa que sus descendientes reciban este patrimonio, al afirmar que «no hay nada justo» en la acumulación masiva de riqueza. Entonces, ¿en qué invierte cada dólar ganado?

Powell, que estudió Ciencias Políticas y Economía y obtuvo un máster en negocios por la universidad de Stanford, trabajó en Merill Lynch y Goldman Sachs antes de conocer a Jobs durante una conferencia en 1989. Aquel día, cenaron juntos y, un año y medio después, se casaron en una ceremonia oficiada por un monje budista.

Desde la muerte de Jobs, Powell ha invertido su fortuna en franquicias deportivas –como el equipo de la NBA Washington Wizards–, medios de comunicación –como la histórica revista The Atlantic–, empresas de podcasting –Axios– y hasta tres estudios cinematográficos diferentes.

Sin embargo, según la revista Forbes, a pesar de que el valor de las acciones de Apple se ha multiplicado por diez en la última década, sus finanzas no han crecido al mismo ritmo exponencial. Quizá se deba a que Powell está menos interesada en la rentabilidad de su patrimonio que en su labor filantrópica.

A principios de los 90, Powell Jobs cofundó Terravera, una empresa de alimentos naturales centrada en el desarrollo de materias primas orgánicas. Años después también cofundó College Track, una organización sin ánimo de lucro que sigue existiendo hoy en día y ayuda a preparar a los estudiantes con pocos recursos para su ingreso en la universidad a través de la tutoría y el asesoramiento.

Además de por sus labores filantrópicas, como Melinda Gates, la exesposa de Bill Gates, Powell Jobs también destaca por su activismo. La empresaria fundó Emerson Collective en 2004, una organización que promueve la justicia social y la conservación del medioambiente, además de defender la reforma de las leyes de inmigración y las políticas relativas a la educación.

Ha dejado claro que el plan no es crear una saga de ricos herederos. De hecho, sus hijos se han encargado de tener oficio y beneficio: Reed Paul (de 30 años) es oncólogo, Erin (de 26) estudió Arquitectura y diseño y Eve (de 23), que también pasó por las aulas de Stanford, es jinete y modelo. «No me interesa construir sobre el legado de una herencia y mis hijos lo saben. Steve tampoco estaba interesado en eso. Si vivo lo suficiente, se termina conmigo», le contó al New York Times en 2020.