Nunca le faltó labia ni arrojo para ligar. En la década de los 70, Pepe Domingo Castaño ya triunfaba en la radio y había participado en el programa de televisión A todo ritmo que le convirtió en un rostro muy popular. En la discoteca Long Play, del barrio de Chueca, se reunía con personalidades de la música y el espectáculo, y exhibía sus dotes como rompecorazones. Confiesa en sus memorias la larguísima lista de mujeres a las que les dijo «te quiero», sin saber realmente lo que significaba.
Hasta que llegó ella. María Teresa Vega, una modelo de La Coruña que había triunfado en las pasarelas de Milán, de la que se enamoró en diez segundos. «Era muy linda, alta, de cuerpo perfecto, la cara redonda y hermosa, destilaba ternura y encanto», escribe en Hasta que se me acaben las palabras. Tere llora la muerte de Pepe Domingo Castaño, quien falleció en la madrugada de este domingo a los 80 años.
Se la presentó en Long Play su amigo Manolo Roca, al que le aseguró que acababa de conocer a la mujer de su vida. «Ay Pepiño, me has dicho tantas veces lo mismo». El mismo día que la conoció en esa discoteca, el 23 de febrero de 1976, comenzaron a escribir una historia juntos. «Estuvimos tonteando hasta las cercanías del amanecer. La invité a tomar la última en mi casa. Desde aquella madrugada fuimos el uno para el otro y nos amamos locamente».
En el verano de 1978, nacía su primer hijo juntos, Óscar. Su mujer había tenido otro hijo, Hugo, antes de conocerle. Pepe Domingo lo quiso como suyo, le dio sus apellidos y lo reconoció como suyo tras unos farragosos trámites. Oscar ha seguido sus pasos y trabaja en Gol, junto a Manolo Lama, mientras que el Hugo, es piloto de aviación y comandante.
La viuda Tere Vega, en el tanatorio de Pepe Domingo CastañoGTRES
La exclusiva de su boda
Pepe Domingo Castaño y Tere habían estado previamente casados, por lo que no tenían gran ilusión por una boda. «No hacía falta un matrimonio para corroborar lo que sentíamos el uno por el otro». Él había estado casado entre 1969 y 1981 con la presentadora María Luisa Seco.
La idea de una segunda boda con Tere llegó de forma surrealista. Maika Vergara les propuso que se casaran para así vender la exclusiva a Diez Minutos a cabio de una buena cantidad. Aprovechando que unos buenos amigos iban a montar un restaurante en Bahamas, vieron el plan redondo. Se casaron por lo civil, en febrero de 1985. «Cuando la vi reluciendo en el mediodía caribeño de Nassau me dio un vuelco el corazón».
Una ceremonia que en realidad no tenía ninguna validez en España porque nunca la registraron en el consulado. «Supongo que seguiremos casados ante el Imperio británico, pero solteros y sin compromiso en nuestro país. Sabíamos que el amor estaba por encima de una ceremonia».
Tere se ha quedado sola. Tras más de 50 años al lado del hombre al que amó, ahora deberá aprender a vivir sin él.