Eugenia de York
Gente
Eugenia York, sobre sus problemas alimenticios: «Eres un poco gordita y todos te acosan»
El escrutinio público por su imagen le provocó «un par de problemas relacionados con la comida»
La Princesa Eugenia de York sorprendía ayer al realizar una revelación sobre su pasado que nadie esperaba. La hija del Príncipe Andrés y Sarah Ferguson acudía al podcast Table Manners, donde concedía una entrevista y confesaba que el haber sido juzgada desde muy pequeña por todo el mundo acabó derivando en el desarrollo de varios desórdenes alimenticios, admitiendo tener un «par de problemas relacionados con la comida».
El escrutinio del que se ha sentido víctima por su condición de royal, así como los comentarios en medios, algunos de ellos de supuestos expertos, sobre sus apariciones públicas y sus elecciones de ropa, admite, fueron el caldo de cultivo perfecto para que, durante su adolescencia —ahora tiene 33 años—, comenzase a sufrir dichos trastornos de la alimentación.
«Creo que eso me ha causado un algunos problemas relacionados con la comida, y ha afectado a mi percepción de cómo hay que lucir», ha dicho la Princesa. La sobrina del Rey Carlos III considera que esto es algo a lo que se enfrenta todo el mundo que esté en el ojo público, como es su caso, pero hay que tener en cuenta que este tipo de comentarios puede tener graves consecuencias en los más jóvenes.
«Sin lugar a dudas, eso (su continuada exposición) derivó en algún que otro problema con la comida. Tener que lucir de una determinada manera o que te digan 'Oh, qué vestido tan bonito, pero qué mal le queda a ella'. Creo que le ocurre a prácticamente todo el mundo que está en el foco mediático», aseguraba la Princesa. «Tienes ese corte de pelo tonto y eres un poco gordita y, ya sabes, todos te están acosando».
Eugenia de York y Jack Brooksbank con su hijo August
Pese a sus problemas de juventud, la royal vive desde un tiempo feliz con su familia en Portugal. Madre de dos pequeños con su marido, el empresario Jack Brooksbank, siente que ya no tiene que pasar día a día por el juicio ajeno: «Portugal es mi sueño, porque puedo ir al supermercado, hacer ejercicio, llevar el pelo recogido y no me importa. A nadie le importa».
Asimismo, cree que la juventud debería estar más protegida de los focos, ya que eso puede afectar a su salud mental. «Debería reducirse la presión mediática y el juicio de la opinión pública sobre los menores de edad, porque los comentarios pueden llegar a ser muy crueles», opinó. Para la Princesa es clave que la juventud crezca «en la dirección adecuada», pero en muchas ocasiones «es precisamente lo contrario».