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El calzado que llevará a partir de ahora la Reina Letizia
Ha convertido su fondo de armario en canal de comunicación. Esto es lo que cuentan sus zapatillas
Cuando dejó de ser la periodista, Letizia Ortiz y pasó a ser Su Alteza, además de no volver a votar en unas elecciones también dejó de opinar en público. Una mujer, que lleva la comunicación en su genoma, se encontró en la presentación de unos Premios Princesa de Gerona, que no podía decir, por poner un ejemplo, si le contrariaba que los honores creados con el titulo de su hija Leonor, la heredera, no pudieran entregarse como Dios manda en la ciudad homónima. De ahí que la comunicación no verbal se haya impuesto como una de sus formas de expresión. La Reina Letizia ha convertido su fondo de armario en un canal de comunicación.
Y como sandalias de esparto hay muchas en el mercado, Doña Letizia quiso que, sabiendo al escrutinio que sometemos todo lo que se pone, se identificase claramente que su mensaje a Gerona lo llevaba en los pies. Sus famosos y dolientes pies, con el neuroma de Morton dando guerra, tenían que llevar bien claro la etiqueta «Fabricado en Gerona». Y lo consiguió de pleno.
El modelo Claudina en beige de la talla 38 y con un precio de 69 euros de la marca Toni Pons, sufrió una ciclogénesis explosiva mundial en el mismo momento en el que la esposa del Rey Felipe VI decidió calzarse esas zapatillas, en la entrega de los últimos premios en el hotel resort de Caldes de Malavella en la provincia de Gerona.
«Se notó muchísimo porque de repente el numero de visitas a nuestra web aumentó de forma alucinante y ese día se vendieron muchísimas sandalias Claudina. Nosotros podemos confirmar que el efecto Letizia con nuestras sandalias de esparto fue real. Durante tres días tuvimos picos de ventas e incluso en modelos similares porque hizo efecto expansión a otros modelos de la colección». Y así lo cuenta la tercera generación de la familia Pons.
El abuelo Toni Pons, un artesano nacido en Osor, Gerona, empezó a hacer calzado con neumáticos para sus vecinos. Eran los tiempos de la postguerra y no había mucho. De forma artesanal comenzó a hacer calzado con el yute, los neumáticos y el esparto que tenía a mano. El negocio fue creciendo y pasó a su hijo, Toni. Ahora viven la tercera generación con Jordi Pons, 36 años. Tienen a gala y eso le agrada a Doña Letizia, que fabrican en España. Da trabajo a 150 empleados y van por las 42 tiendas repartidas por el mundo. Ponerse su calzado es apoyarles.
Y por cierto, para este año, a doña Letizia, le tienen preparada la línea Costa Brava y el homenaje a Dalí. Veremos si se decanta por alguno en los próximos premios Princesa de Gerona. Y como curiosidad les contaré que no pidió modificaciones en sus alpargatas «las llevo tal cual, me aclara Ricard Llop, porque esas alpargatas son muy cómodas, tienen tres milímetros de almohadilla en su interior y están cosidas a mano»
Y antes de despedirme de Gerona, quiero despejar la duda ¿Son compatibles con un neuroma de Morton? «Sí, porque tienen mucha plataforma, son amplias y muy cómodas, te elevan pero no te ponen en tensión el pie».