Elisa Mouliaá: «Llevo sin trabajar desde que denuncié»

«Me encerró, me besó... y fue asqueroso», dice Elisa Mouliaá sobre el asunto por el que denunció a Íñigo Errejón. Repasa lo sucedido en una entrevista en televisión con todo lujo de detalles y se queja de la traición de su amiga, una buena amiga, a través de unos mensajes de móvil. Llora y lamenta que las feministas, que cerraron filas con ella en un principio, ahora miren para otro lado. «Me pude ilusionar la persona de Íñigo Errejón», confiesa la actriz cuando Ónega le pregunta por su romance.

«Lamentable», dice Elisa cuando le señalan por presionar a su amiga Soraya, que era la dueña de la casa, donde presuntamente se produjo la agresión sexual del político para que declare a su favor en este asunto. La actriz está indignada y lo cuenta entre lágrimas en una entrevista con Sonsoles Ónega en Antena 3. es el último capítulo de esta historia que comenzó cuando la actriz denunció al político tras un encuentro íntimo una noche en la que, según ella, él le agredió sexualmente. Una denuncia que saltó de las redes a los medios y provocó un enorme revuelo, la dimisión de Errejón y el fin de su carrera política.

«Yo no entiendo porque mis amigos(se refiere a Soraya y su pareja Óscar) hablan con la defensa, desde el minuto uno. Son mis amigos, no de Errejón. Las pruebas están ahí. La más contundente es cuando fui a Comisaria y dije que él me había llevado a una habitación», explica.

«El juez ve muy claro el asunto, lo tengo claro; la sociedad, no. Lo más duro es la campaña de difamación que estoy recibiendo. Al principio la gente me creyó, ahora no tanto porque hay mucha manipulación. Hay silencio de arriba», dice molesta la actriz, que no se arrepiente de haber denunciado al político. No creo que Errejón tenga tanto poder, le replica Sonsoles Ónega tras preguntarle si está arrepentida.

Maltratada

«Cualquier persona en mi situación lo hubiese dicho también. Tenía que haber ido a la Comisaría primero. Soy de izquierdas y hay que ser coherentes. Estoy acompañada por un círculo muy pequeñito de personas que me quieren. Yo vengo de una historia de parejas tóxicas y maltratadoras. Tengo ese perfil. Somos sensibles y empáticas», reconoce entre lágrimas en la televisión. Habla abiertamente de dos maltratos sufridos anteriormente, con otras dos parejas.

«Llevo sin trabajar desde que denuncié y no he vuelto a trabajar, esa es la realidad», reconoce. «Busco la verdad, la justicia y lo que quiero es que esto le sirva a Errejón y deje de hacer daño». Le quedan meses de espera y la justicia es quien tiene la última palabra. Ella está dolida en estos momentos y muy sola. Las feministas le han dado la espalda de alguna manera y se resiente por ello.