El verano a todo tren en España de los Príncipes de Brunéi

Sotogrande, en la costa gaditana, es sinónimo de exclusividad: mansiones con vistas de postal, amarres privados, torneos de polo y un ambiente en el que la discreción es ley. Cada verano, este enclave se convierte en un imán para la alta sociedad internacional y, este agosto, uno de sus atractivos indiscutibles es la presencia del príncipe Abdul Mateen de Brunéi y su esposa, la princesa Anisha Rosnah.

Mateen, nacido el 10 de agosto de 1991 en Bandar Seri Begawan, es el sexto hijo del sultán Hassanal Bolkiah, uno de los monarcas más ricos y longevos del mundo, y de la reina consorte Mariam Abdul Aziz. Con formación militar y rango de oficial del Ejército de Brunéi, es también piloto de helicóptero y un apasionado de los deportes, especialmente del polo, que practica de forma competitiva. Este verano, además, ha aprovechado su estancia en la costa andaluza para celebrar su 34º cumpleaños en una finca privada, rodeado de familiares y amigos. La velada contó con una mesa kilométrica de platos internacionales y especialidades locales, una espectacular tarta y un cierre por todo lo alto con fuegos artificiales que iluminaron la noche gaditana.

A su lado, Anisha Rosnah binti Adam aporta una imagen moderna y cosmopolita a la realeza asiática. Perteneciente a una familia con estrechos vínculos con el sultán —su abuelo fue consejero real—, ha forjado su propio camino como fundadora de la firma de moda Silk Collective y de la empresa de experiencias culturales Authentirary. Este verano, la pareja ha regresado a Sotogrande para que Mateen compita en la Copa de Plata Terralpa de Alto Hándicap con el MB Polo Team, donde Anisha, impecable en cada aparición, sigue las jugadas desde la banda con gestos de complicidad hacia su marido.

Su historia de amor tuvo un capítulo inolvidable en enero de 2024, cuando se casaron en Bandar Seri Begawan en una boda de diez días que combinó lujo extremo y tradición cultural. Joyas, bordados artesanales, banquetes interminables y un desfile de invitados internacionales hicieron del enlace uno de los más fastuosos de la década. Desde entonces, su agenda combina compromisos oficiales con viajes de alto perfil: este año se les ha visto en Wimbledon, en el glamuroso Royal Ascot y en escapadas privadas por Europa, con Sotogrande como parada obligada de su verano.

No es casual que la pareja haya elegido este lugar. Acostumbrada a acoger a aristócratas, grandes empresarios y rostros muy conocidos, Sotogrande ofrece una combinación única de privacidad y sofisticación. Sus villas, que pueden superar los seis millones de euros, se rodean de campos de golf de prestigio, un puerto deportivo de alto nivel y una oferta gastronómica pensada para un público exigente. Entre sus visitantes habituales se cuentan figuras como Jaime de Marichalar con sus hijos Felipe y Victoria Federica, top models como Naomi Campbell o Esther Cañadas junto a su entonces marido, Mark Vanderloo, y miembros de la aristocracia como Luis Alfonso de Borbón con Margarita Vargas o Cayetano Martínez de Irujo.