Los Reyes Felipe y Letizia, en una imagen de archivo
El plan de los Reyes Felipe y Letizia en el Matadero de Madrid en su descanso por Navidad
Don Felipe y Doña Letizia vieron una adaptación teatral de los textos de Javier Gomá
Los Reyes Felipe y Letizia están aprovechando la Navidad para disfrutar de planes culturales ante el parón de sus agendas oficiales. El fin de semana previo al comienzo de las fiestas acudieron al Matadero de Madrid para ver Filosofía mundana, una obra de teatro con los artículos de Javier Gomá.
El escenario elegido no fue casual. Matadero Madrid es uno de los espacios más activos de la capital y está situado en el distrito de Arganzuela, junto al río Manzanares. El recinto ocupa el antiguo matadero y mercado de ganados de la ciudad, un conjunto industrial de principios del siglo XX que, tras su rehabilitación, se ha transformado en un gran punto de encuentro para el teatro, las exposiciones, el cine, la música, la literatura y el pensamiento contemporáneo. Entre sus distintas naves se encuentra la Nave 10, donde tuvo lugar la representación.
La elección de este enclave conecta con una faceta bien conocida de Doña Letizia, especialmente vinculada al arte, la literatura contemporánea y el cine de autor. Su presencia en exposiciones, presentaciones de libros y estrenos teatrales es habitual y refleja un interés constante por seguir de cerca la creación actual.
El texto de la obra es del filósofo y dramaturgo Javier Gomá, que definió la propuesta como «una invitación al arte amatorio de sentarse y escuchar». Sobre el escenario, la palabra se convierte en el eje central y sirve para abordar cuestiones muy cercanas, como la vida diaria, el amor, la identidad y esa pregunta recurrente sobre si somos autores o personajes de nuestra propia vida. En ese marco aparecen debates muy presentes hoy: por qué la filosofía vuelve a despertar interés en pleno siglo XXI, por qué las Meditaciones de Marco Aurelio figuran entre los libros más vendidos o por qué el estoicismo y figuras como Séneca siguen tan vigentes.
Todas estas ideas atraviesan la propuesta, que pone el acento en los pequeños placeres de la vida y en la necesidad de detenerse a pensar. Sobre el escenario, los propios intérpretes van construyendo parte de la escenografía con elementos florales y naturales.
El reparto estuvo formado por Jorge Calvo, Marta Larralde, Pepe Ocio y Laura Pamplona, además de la participación especial de la artista floral Covadonga Villamil. Larralde compartió en redes que el proyecto fue «Una oportunidad para hacer del yo una materia menos controlable, menos dócil, más resistente a la voz autoritaria», mientras que Pamplona lo resumió como «Ha sido un viaje precioso, emocionante y muy enriquecedor». La dirección corrió a cargo de Luis Luque, que apostó por un diálogo directo entre los actores y el público.
Uno de los elementos más llamativos fue la instalación de naturaleza viva creada por Villamil. No se trataba de un decorado al uso, sino de un conjunto vegetal que iba cambiando a lo largo de la función. El planteamiento buscaba «desprejuiciar la filosofía» y hacer que algo que a veces se percibe como lejano resultara cercano.
La obra pudo verse entre el 21 de noviembre y el 20 de diciembre y se planteó como una propuesta abierta a todos los públicos. A partir de enero, inicia gira y podrá verse en teatros de distintos puntos de España.
