Tontos de ayer y hoy: en el invernadero de Manet

Édouard Manet pintó su obra En el Invernadero (Dans la serre) en 1878 y la expuso en el Salón de París de 1879.

Los invernaderos se popularizaron durante el siglo XIX. De ser símbolo de riqueza, su uso se generalizó aumentando el área habitada, el espacio privado y permitiendo pasear o disfrutar sentado, independientemente del tiempo que hiciera. Édouard Manet, que había alquilado un estudio al pintor Georg von Rosen, tenía acceso al invernadero de la casa y lo utilizó para pintar a su esposa (Madame Manet en el invernadero) y a sus amigos los Guillemet.

El cuadro nos muestra a la pareja. Ella sentada en el lado izquierdo con la mirada fija a lo lejos, absorta en sus pensamientos. Él, separado por el respaldo del banco y reclinado sobre él, la mira con complicidad mientras sujeta un cigarro en su mano. El cuadro muestra unos contrastes cromáticos que hacen resaltar las figuras al tiempo que es rico en detalles. No duden de que un experto en pintura podría hacer un juicio mucho más acertado e interesante que el mío.

Este cuadro causó escándalo e indignación, fue duramente criticado y calificado de «vergüenza» e «inmoralidad». Y el motivo de todo ello es un detalle, ella se ha quitado el guante izquierdo, casi permitiendo el contacto de su piel desnuda a la aproximación de la mano derecha del individuo que está junto a ella, y se ven claramente las alianzas matrimoniales en ambas manos. Todos dieron por hecho que el cuadro reflejaba una escena de adulterio, nadie vio la intimidad y complicidad de un matrimonio. Se puso el grito en el cielo no por lo que mostraba el lienzo si no por lo que interpretaban unas personas –obviamente muy equivocadas– que alzaron más la voz con menos razón.

Esto sucedió en 1879, hoy sigue pasando y en mayor y peor medida.