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29 de marzo de 2024

Juramento de las Cortes de Cádiz en la Iglesia Mayor Parroquial de San Fernando el 24 de septiembre de 1810, óleo sobre lienzo de José Casado del Alisal (1863), Congreso de los Diputados de Madrid

Juramento de las Cortes de Cádiz en la Iglesia Mayor Parroquial de San Fernando el 24 de septiembre de 1810

Competencias específicas sobre la Historia de España

'La Pepa', consecuencia de unas circunstancias históricas que han quedado apartadas

La Historia siempre es la que es y no como nos hubiera gustado que hubiera sido. Analizaremos las competencias curriculares que los alumnos de bachillerato estudiarán a partir del curso 2022-2023

El nuevo currículum educativo de la ESO, en concreto los dos cursos de bachillerato, aprobado por el Consejo de Ministros y que forma parte de la renovación de la Ley Celáa, incluye una serie de competencias por lo que se refiere a la Historia de España que nos llevan a preguntarnos: ¿qué técnico lo ha redactado? Podemos contestar que, o bien no es historiador o es un plan para que los alumnos españoles tengan un conocimiento sesgado de la historia de España. Y algo sesgado, evidentemente no aporta nada positivo. Todo lo contrario. Diriges a la gente a que conozca lo que quieres y no la realidad. La Historia siempre es la que es y no como nos hubiera gustado que hubiera sido. Por eso analizaremos las competencias curriculares que los alumnos de segundo de bachillerato estudiaran a partir del curso 2022-2023.
Lo primero que podemos decir es que al alumno se le darán 70 horas de esta asignatura. Lo que no queda tan claro es que, como se dice en el documento publicado por el Boletín Oficial del Estado: «Atender a los principales retos y problemas a los que se enfrenta en el siglo XXI resulta esencial para el ejercicio de su madurez intelectual y humana, al situarlo ante los desafíos sociales del presente con objeto de orientar su actuación con compromiso y responsabilidad». ¿Por qué? Vamos a analizar las materias que se deberán impartir y nos daremos cuenta no solo de la tergiversación de la Historia, sino querer incorporar, dentro de esta, conceptos que nada tienen que ver.
No vamos a intentar descifrar el siguiente párrafo, porque es de aquellos que se incluyen, sin decir nada, pero que quedan bien: «Las competencias específicas se han estructurado en torno a los vectores que vienen constituyendo los principales centros de interés en el presente, que definen las estrategias para aprender del pasado y que resultan relevantes para orientar nuestro porvenir. Se pretende con ello destacar el valor funcional y significativo del aprendizaje de la Historia de España y de los saberes que ofrece, dotándolos de un sentido práctico y relacionados con el entorno real del alumnado».
La primera competencia específica dice así: «Valorar los movimientos y acciones que han promovido las libertades en la Historia de España, utilizando términos y conceptos históricos, a través del análisis comparado de los distintos regímenes políticos, para reconocer el legado democrático de la Constitución de 1978 como fundamento de nuestra convivencia y garantía de nuestros derechos». ¿Qué significa esto?
Intentan valorar que la Constitución de 1978 forma parte de una evolución historia llevada a cabo por hombres y mujeres que se inició en el año 1812. Como dicen ellos, sin altos ni bajos y con el colofón de la constitución de 1931. También intentan demostrar que la libertad es un principio inherente del ser humano.
En este último párrafo se entremezclan demasiados conceptos que nada tienen que ver entre sí: no se puede estudiar la Historia de España a partir de «La Gloriosa» de 1812. Es cierto que lo llevado a cabo por las Cortes de Cádiz fue un hecho excepcional, pero es fruto de un periodo, de una época y de unas circunstancias históricas que quedan apartadas en esta competencia. ¿Es la primera constitución que hubo en España? ¿Por qué se redactó? ¿Qué la motivó? Aparte, se debe saber que España estaba invadida por los franceses y los afrancesados. Que dos reyes –Carlos IV y Fernando VII– decidieron exiliarse. Que España hubiera podido evolucionar hacia un país moderno de no haber aceptado a Fernando VII después de la invasión napoleónica.

España vivió tres guerras carlistas, alzamientos, pistolerismo, revueltas callejeras y Estados de excepción, además de perdidas coloniales y dos guerras con Marruecos

Ese periodo tampoco es que sea un ejemplo de libertad, según lo que entendamos por libertad. Desde la vuelta de Fernando VII al 1939, España vivió inmersa en una gran Guerra Civil. No fueron años de libertad. Todo lo contrario. Quedaron mermadas muchas libertades. España vivió tres guerras carlistas, alzamientos, pistolerismo, revueltas callejeras y Estados de excepción, además de pérdidas coloniales y dos guerras con Marruecos. Nada más y nada menos. Luego hablando de la Constitución de 1931 como paradigma de esa libertad.
Esta constitución masónica fue muchas cosas, pero nunca paradigma de libertad. Se persiguió a la Iglesia Católica, se prohibió a la Compañía de Jesús, se promovió el divorcio y los cementerios civiles. En definitiva, se coaccionó todo aquello que, por decirlo de alguna manera, era de derechas. Más o menos lo que está ocurriendo hoy en día. La Constitución de 1931 es sectaria y también lo es las competencias específicas que quiere implantar el Gobierno de Pedro Sánchez.
No es memoria democrática lo que se vivió durante todos esos años si, entre medio, no se incluye los 40 años de franquismo. Porque la llamada «convivencia pacífica y democrática más larga y duradera de la historia de España» tiene, como punto de inflexión, una dictadura. Todos aquellos que llevaron a cabo la Constitución de 1978 habían vivido directa o indirectamente este periodo de la Historia de España. Si de esto no se habla, difícilmente se podrá entender por qué partidos antagónicos se pusieron de acuerdo.
Se legalizaron partidos que aceptaron la democracia. Se consensuaron decisiones por el interés común y no particular. El periodo de la Transición española es uno de los más complejos e interesantes de la Historia de España. Este periodo no se puede enseñar de un plumazo, si con estas competencias específicas pretenden que los alumnos entiendan el mundo actual. No se puede parar de puntillas por encima de unos hechos que han marcado el futuro de España y que, gracias a ellos, la España del 2022 es como es.
Lo tienen muy complicado los profesores para dar los conocimientos necesarios para que, dentro de esta primera competencia, el alumnado asimile un tema que es complicado por la complejidad de los acontecimientos. De 1812 a 2022 hemos vivido monarquías, guerras coloniales, guerras civiles, repúblicas, dictaduras… Todo un entramado histórico complejo que difícilmente será asimilado por el alumnado, tal y como está planteada esta primera competencia específica.
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