Ceremonia conmemorativa estatal con el ataúd de Rathenau en el Reichstag, 27 de junio de 1922
Hace 100 años en El Debate
20 de mayo de 1922: clausura de la Conferencia de Génova
Quedaba clausurada la Conferencia de Génova y se inauguraba la «primera etapa hacia la paz», informaba El Debate. La conferencia había «señalado a los pueblos el camino que irremediablemente deberán seguir para lograr la construcción de esta atormentada Europa».
La sesión de clausura –según relata el periódico– fue una muestra del deseo de paz de los pueblos y corrió a cargo del alemán Walther Rathenau y en nombre de la concordia alzó un grito por la paz que fue recogido con grandes aplausos entre las Delegaciones. En su discurso, el representante alemán expresó que de las negociaciones en Génova habían surgido cuatro grandes verdades: primero que las deudas de todos los países eran demasiado grandes en relación con su productibilidad; segundo, ningún acreedor debe poner obstáculos a ningún deudor para poder pagar las deudas; en tercer lugar, solo cuando haya nacido la confianza mutua será posible normalizar la economía lo cual no se podría conseguir mientras subsista una propaganda que fomentase esta atmósfera de desconfianza.
Y por último, Rathenau destacaba que la única manera de dar solución a los problemas económicos mundiales es organizar una colaboración mundial, pues pensaba que era responsabilidad de todos los países buscar una solución. Además, apuntaba que el «resultado histórico de la Conferencia» había sido una «aproximación del pueblo ruso» y en especial destacaba el papel de Alemania en esto haciendo referencia a la firma del Tratado de Rapallo. No obstante dos meses después de dicha firma, el ministro de Exteriores sería asesinado a manos de dos oficiales ultranacionalistas (Erwin Kern y Hermann Fischer) como parte de una conspiración que pretendía provocar una guerra civil que permitiera la instalación de una dictadura en el país.
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