La caballería francesa toma la flota de batalla atrapada en el hielo en las aguas de Texel, 21 de enero de 1795 (por Charles Louis Mozin)
Picotazos de historia
La primera vez en la Historia en la que la caballería derrota y captura a una flota de guerra
Aunque este acontecimiento estuvo lejos de ser decisivo durante el transcurso de las Guerras revolucionarias francesas, la captura de la flota neerlandesa en el Helder es un hecho excepcional
Durante la guerra de la Primera Coalición, conflicto que duraría de 1792 a 1797 y que enfrentaría a la Francia revolucionaria contra Reino Unido, Holanda, el Imperio Germánico, España y Cerdeña, se dio una acción militar única en la historia.
El general francés Jean Charles Pichegru, comandante de las fuerzas francesas destinadas a luchar contra la República Holandesa, entró en Ámsterdam el 19 de enero de 1795, dando fin a esta y proclamándose la República de Batavia, como gobierno títere y aliado de Francia. Pichegru, una vez terminada la guerra, tenía la idea de pasar el invierno en la ciudad disfrutando de las mieles de la victoria cuando le llegaron noticias de que la armada holandesa se negaba a aceptar a la nueva república y estaba dispuesta a pasarse al Reino Unido. Inmediatamente ordenó al general de brigada Jan Willem de Winter que se dirigiera al puerto naval de Den Helder y apresara los buques.
Ese invierno fue uno de los más crudos que se conocen y el general de Winter sabía que la lengua de mar, llamada Zuizerzee, que abraza el puerto tenía poco calado y que la rapidez lo era todo. Destacó al 8º regimiento de húsares, cada jinete llevaría en la grupa a un tirador del 15º regimiento de línea, y la noche del 23 llegarían al puerto. Los barcos seguían allí, no podían salir ya que las duras heladas habían congelado el puerto. Se dio orden de cubrir los cascos de los caballos con tela de saco para evitar que hicieran ruido y, al amparo de la noche, se aproximaron a la flota. Los holandeses fueron completamente sorprendidos. De la nada habían aparecido jinetes y soldados que rodeaban las naves dispuestos a asaltarlos y –¡lo peor!– el empuje del hielo contra el casco de los navíos los había inclinado por lo que la artillería no se podía utilizar para defenderse. No había más remedio que rendirse.
Fue una operación modélica, sin muertos ni heridos por ninguna parte. Catorce navíos de línea con más de 850 cañones habían sido capturados. Es el único caso en la historia en que la caballería derrota y captura a una flota enemiga.
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