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23 de abril de 2024

Audrey Hepburn y Guillermo II

Audrey Hepburn y Guillermo IIPaula Andrade

Dinastías y poder

¿Qué une a Audrey Hepburn con el 'kaiser' Guillermo?

Guillermo II llevaba ya casi una década viviendo en el palacete que había pertenecido a la abuela de Audrey y por el que habían conseguido una cantidad nada despreciable, que les ayudaría a sobrellevar los difíciles años que se avecinaban en Europa

No, no fue una apasionada historia de amor. Se trata de una casa. Un palacio, para ser más exactos. Cuando en 1918 el Emperador de Alemania firma la abdicación que le lleva al exilio, empieza una nueva vida en Holanda, país que se había mantenido neutral durante la Primera Guerra Mundial. En su búsqueda de nueva residencia, Guillermo y su primera esposa, Augusta Victoria de Schleswig-Holstein, encontraron una mansión clásica del siglo XIV en Doorn, en la provincia de Utrecht. Era un palacete de tres plantas, con amplios jardines y un bosque en el que Guillermo mataría las horas cortando leña, una de sus aficiones. Un bucólico lugar que hasta la fecha había pertenecido a la baronesa van Asbeck, distinguida aristócrata neerlandesa que era, nada menos, que la abuela de la mitificada actriz. Aquí, en Huis Doorn, pasará el destronado kaiser los restantes veinte años de su vida.
Wilhelm con su segunda esposa Hermine von Schönaich-Carolath en Doorn, 1933

Wilhelm con su segunda esposa Hermine von Schönaich-Carolath en Doorn, 1933Bundesarchiv / Wikimedia Commons

No sabemos si la Reina Guillermina de Holanda tuvo algo que ver en la compra del palacete, pero lo cierto es que tanto ella como su marido, el Príncipe Enrique de Mecklemburgo, tenía trato cercano con la familia Heemstra, que formaban parte de la alta sociedad como exgobernadores de la Guayana Neerlandesa y alcalde de la ciudad de Arnhem. Parece que al principio la soberana temía lo que para su país podía suponer acoger al Emperador y a su familia. Ellos eran también parientes, pero al final el parlamento no puso excesivas objeciones en que Guillermo, derrotado al menos por parte de su propio ejército, se instalase allí.

La madre de Audrey, la baronesa Ella, era muy amiga de Unity Mitford, la menor y más fascista de las hermanas de esta peculiar dinastía

Por entonces, Audrey Hepburn, ni siquiera había nacido pero su madre, Ella Van Heemstra, que había pasado parte de su infancia en el palacete en cuestión por ser propiedad de su madre, vivía en las Indias Holandesas casada con su primer marido. Fue unos años después cuando se casó con Joseph Víctor Anthony Ruston, un británico nacido en el Imperio Austrohúngaro, con el que en 1929, tendrá a la oscarizada actriz. La joven y atractiva pareja de aristócratas, simpatizaba con la Unión Británica de Fascistas, la organización de Oswald Mosley. La madre de Audrey, la baronesa Ella, era muy amiga de Unity Mitford, la menor y más fascista de las hermanas de esta peculiar dinastía.
El matrimonio se trasladó a Bruselas, donde en mayo de 1929 nació Audrey. Unos años después, el padre –que llegará a entenderse con el nazismo– abandona a la familia. Madre e hija se refugiaba entonces en Arnhem, bajo el paraguas de los Heemstra, que seguían teniendo importante peso social. Por entonces, Guillermo II llevaba ya casi una década viviendo en el palacete que había pertenecido a la abuela de Audrey y por el que habían conseguido una cantidad nada despreciable, que les ayudaría a sobrellevar los difíciles años que se avecinaban en Europa. Guillermo se había quedado viudo y en Huis Doorn, contraía un segundo matrimonio con Herminia de Reuss quien, pese a sus anhelos de grandeza, jamás será Emperatriz.
Guillermo II con su segunda esposa y su hijastra en Doorn en marzo de 1931

Guillermo II con su segunda esposa y su hijastra en Huis Doorn en marzo de 1931Bundesarchiv / Wikimedia Commons

En mayo de 1940, tras la ocupación de Dinamarca y Noruega, las tropas alemanas invadían los Países Bajos, Bélgica y Francia. A pesar de sus antiguas veleidades profascistas, la madre de Audrey colaboró con la resistencia holandesa mientras su hija hacía los primeros pinitos en el ballet. Pocos meses después, el antiguo kaiser y Emperador, que un día había confiado que el nacionalismo exacerbado de los nazis le devolvería el trono, moría en su residencia de Huis Doorn a los ochenta y dos años. Era el 4 de junio de 1941 y un regimiento de tropas alemanas custodiaba las puertas del palacio. Era sepultado en la capilla de la propiedad, hasta que sus restos se trasladaron al mausoleo que él mismo había diseñado en la finca y que se ha convertido en lugar de peregrinaje de los monárquicos alemanes.
En 1942 Audrey, en compañía de su madre, se muda al pueblo de Velp, pensando que ahí estarían más seguros y donde todavía residía su abuelo materno. No será hasta agosto de 1944 cuando los aliados occidentales liberen el sur de Holanda. Sin embargo, el fracaso de la operación Market Garden que trataba de controlar los puentes que cruzaban el río Rin, provoca el embargo alemán sobre todos los transportes de alimentos. Comenzaba el «invierno del hambre» durante el que murieron más de veinte mil personas y en el que Audrey Hepburn consiguió sobrevivir gracias a harina fabricada con tulipanes. Varios familiares fueron fusilados en esas semanas por colaborar con la resistencia. El día en el que Audrey cumplía dieciséis años, las tropas británicas liberaron Velp. Poco después, madre e hija se trasladan a Ámsterdam. Aquí la joven sigue estudiando en una academia de baile con la ilusión de cumplir su sueño.
Entierro el 9 de junio de 1941, con la presencia en primera fila de Arthur Seyss-Inquart y August von Mackensen, además de Wilhelm Canaris y Friedrich Christiansen.

Entierro el 9 de junio de 1941Bundesarchiv / Wikimedia Commons

El resto de la historia ya la sabemos. A comienzos de la década de los cincuenta se muda a Estados Unidos y en 1954 se casa con la estrella de Hollywood, Mel Ferrer. Guerra y Paz, Sabrina, Desayuno con diamantes, Vacaciones en Roma y tantos otros títulos fantásticos convertirán a aquella niña aristócrata que vivió en la misma Holanda en la que había muerto el exiliado Guillermo II, en uno de los mitos más recordados del cine.
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