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El MANUEL ARNUS pintado de blanco y actuando como buque de crucero

El Manuel Arnus, pintado de blanco y actuando como buque de cruceroLibro de Información para el Pasajero. Compañia Trasatlantica

Hace 100 años en El Debate

9 de mayo de 1923: el 'Manuel Arnus', un transatlántico español hecho por españoles

​El Debate informaba de la inauguración de esta nueva línea del Pacífico, un servicio que hasta el momento estaba monopolizada por líneas extranjeras, con la «visita oficiosa» de las autoridades y Prensa

En 1915, por encargo de la Compañía Transatlántica Española, se iban a construir dos transatlánticos de 12.000 toneladas de desplazamiento cada uno, según recogía el libro de Obras de la Sociedad Española de Construcción Naval (SECN) de ese mismo año. Uno de los dos nuevos buques sería el Manuel Anus gracias al cual «ya no monopolizarían los extranjeros la línea de Pacífico», escribía El Debate hace 100 años.

Fue construido en los astilleros de Matagorda (Cádiz) en 1923. Se trataba de un buque mixto de pasaje y carga para el servicio entre la Península y Filipinas, aunque nunca llegó a ser utilizado en ella. No obstante, sí que llegó a los puertos de Chile, Cuba, México y Estados Unidos. En 1932, finalizado el contrato con el Gobierno de la República, quedó amarrado en Mahón (Menorca), de donde partió en 1934 con destino Tarragona y ser utilizado como buque-prisión durante la huelga revolucionaria de octubre de ese año.

El Debate informaba de la inauguración de esta nueva línea del Pacífico, un servicio que hasta el momento estaba monopolizada por líneas extranjeras, con la «visita oficiosa» de las autoridades y Prensa. «El transatlántico es una honra para la industria patria», apuntaba el periódico y destacaba las numerosas obras artísticas que albergaba «en sus tapices, en sus cuadros, copias espléndidas de joyas pictóricas; en su decorado y en aquella galería de estilo andaluz, donde refulgen los azulejos policromados».

Al estallar la sublevación militar de 1936 se encontraba amarrado en Barcelona, siendo incautado por el Ministerio de Comunicaciones y Marina Mercante por Decreto del 7 de agosto de 1936, y toda su dotación incorporada a la Reserva Naval de la Marina de Guerra. En setiembre de ese mismo año recibe la orden de zarpar e inicia la que sería su última singladura desde un puerto español. De este viaje, Barcelona – Veracruz (México) con escala en La Habana (Cuba). El propósito del viaje, aparte de transportar pasajeros, era cargar en México diverso armamento para el Gobierno de la República (se hablaba de 20 aviones llegados a México por tren desde los EE.UU.).

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