
Estatua de Pío X en el Vaticano
Hace 100 años en El Debate
29 de junio de 1923: el Papa inaugura el monumento a Pío X en la basílica de San Pedro
En la «imponente estatua», obra del escultor Astorri, estaba representada en síntesis la personalidad de Pío X: es decir, «su amor paterno, la fortaleza apostólica y el espíritu de sacrificio»
El Debate informaba de que por la mañana del día 29 de junio había tenido lugar la «inauguración solemne en la basílica de San Pedro del monumento a Pío X» con presencia del Santo Padre, el cardenal Merry del Val, presidente de la comisión cardenalicia propulsora del monumento y quien pronunció un discurso, «exponiendo las dificultades artísticas y económicas que han tenido que superarse, y haciendo resaltar el generoso apoyo que todos los católicos, incluso los excombatientes y los niños, han prestado a la obra», detallaba el periódico.
Acerca de a elección de boceto para el monumento, el cardenal afirmó que en la «imponente estatua, obra del escultor Astorri» estaba expresada en síntesis la personalidad de Pío X: «es decir, su amor paterno, la fortaleza apostólica y el espíritu de sacrificio que le distinguieron».
Pío X fue el 257º Papa y fue recordado por su fuerte oposición al modernismo teológico y por dirigir la primera codificación del derecho canónico de la historia de la Iglesia católica, que fue publicada en 1917. Este Papa creía necesaria una reacción, adoptando desde el principio una actitud de retirada y de «defensa católica», lo que le llevó a reivindicar para la Iglesia una independencia plena respecto al poder civil, y a recelar abiertamente de la democracia cristiana.
Fallecería en el Palacio Apostólico de Roma el 20 de agosto de 1914, a los 79 años de edad, a causa de un infarto agudo de miocardio. Fue enterrado en las grutas vaticanas, donde permanecieron sus restos hasta que, en 1951, fueron trasladados al altar de la capilla de la Presentación de la basílica vaticana, donde están expuestos a la veneración de los fieles. En su epitafio se lee: «Su tiara estaba formada por tres coronas: pobreza, humildad y bondad».