Fundado en 1910

28 de abril de 2024

Revolucionarios de la OIRM en Flórina, 1903

Revolucionarios de la OIRM en Flórina, 1903

Picotazos de historia

El secuestro de la señorita Stone y la independencia de Macedonia

Gracias a ella la Organización Revolucionaria Interna de Macedonia pasó de ser contemplado como unos vulgares terroristas y delincuentes a románticos héroes dignos de todo apoyo

La Organización Revolucionaria Interna de Macedonia fue un grupo independentista pro búlgaro que buscaba, primero la autonomía y, después, la liberación del dominio turco de las regiones de Macedonia y Andrinópolis. Fundada en 1893, empezó a combatir a los turcos tres años más tarde utilizando tácticas de guerrilla.
En 1901 la Organización se encontró que su principal problema era la falta de financiación para la compra de armamento, munición y explosivos, en cantidad suficiente. Dentro de la Organización se discutió el problema. La financiación basada en la extorsión del campesinado y el robo no entraba en sus planes ya que les costaría el apoyo popular a su causa. Al final se decidieron por el secuestro de personalidades –siempre en territorio controlado por los turcos– como único medio de conseguir suficientes fondos.
Los esforzados luchadores por la libertad de Macedonia planearon diferentes secuestros: al Rey Fernando I de Bulgaria mientras estaba de visita en territorio turco; a un hijo del Primer Ministro búlgaro, que también se puso a tiro: el gobernador turco de Macedonia, Solimán Bey, etc. Todos resultaron quedar fuera de las posibilidades de la Organización que –admitámoslo– en esos momentos eran poco más que un puñado de desharrapados.
Sandanski (a la izquierda delante de la bandera) con miembros de OIRM apoyando a las tropas búlgaras durante las guerras de los Balcanes

Sandanski (a la izquierda delante de la bandera) con miembros de OIRM apoyando a las tropas búlgaras durante las guerras de los Balcanes

Por fin, el 3 de septiembre de 1901, dieron el gran golpe cerca de la, entonces población turca –hoy búlgara– de Bansko: secuestraron a dos misioneras protestantes. Una norteamericana, la señorita Ellen Stone y otra búlgara, la señora Caterina Cilka. La primera sorpresa fue que la señora Cilka estaba embarazada y no solo un poquito; y la segunda fue que la nacionalidad de la señorita Stone puso el secuestro en todos los periódicos.
La cobertura mediática del suceso –y no precisamente favorable a la causa de los perpetradores del hecho – obligó a secuestradores y víctimas a desplazarse continuamente ya que no sólo les perseguían los turcos y los búlgaros, también los macedonios. Durante ese tiempo la señora Cilka estuvo vigilada por un macedonio enorme, peludo y con aspecto de despiadado asesino que resultó ser más tierno que el día de la madre. Gorgio, que a tal nombre respondía el patibulario, se la jugó consiguiendo llevar al campamento a una matrona –nadie sabe de donde la sacó– cuando llegó el momento del parto.
Katerina Tsilka, Miss Ellen Stone y el bebé Elena poco después de su liberación por la banda de Sandanski

Katerina Tsilka, Miss Ellen Stone y el bebé Elena poco después de su liberación por la banda de Sandanski

La señora Cilka tuvo a una hermosa y sana niña a la que bautizaron con el nombre de Elena y cuya llegada fue celebrada con regocijo por el pintoresco grupo. Desde ese instante la pequeña neonata tuvo en Gorgio a la más tierna, atenta, cariñosa y espeluznante au pair que se puedan ustedes imaginar.
Tras bastantes peripecias, el gobierno norteamericano autorizó el pago del rescate en nombre de un moribundo presidente McCarthy, que acababa de sufrir un atentado que acabó con su vida e hizo que la presidencia de EE. UU. pasara a Theodore Roosevelt. Tras el consabido regateo se acordó el pago de un rescate de 66.000 dólares –al cambio macedonico: 14.500 liras turcas de oro– que se consiguieron entregar el 20 de enero de 1902.
Ellen Stone en su regreso a Estados Unidos

Ellen Stone en su regreso a Estados Unidos

El 10 de febrero, la señorita Stone y Caterina y Elena Cilka fueron entregadas, en perfecto estado de salud, en la pequeña población de Vasilevo. El pobre Gorgio se despidió de la pequeña Elena llorando a moco tendido.
La señorita Ellen Stone fue recibida en Estados Unidos como si de una heroína se tratara. Fue agasajada, dio conferencia y entrevistas y cambió la opinión pública, pues se había convertido en una acérrima defensora de la causa independentista macedonia. Gracias a ella la Organización Revolucionaria Interna de Macedonia pasó de ser contemplado como unos vulgares terroristas y delincuentes a románticos héroes dignos de todo apoyo. Así forjó la base de la futura independencia y anexión de esos territorios por Grecia en 1913.
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