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07 de mayo de 2024

El Palacio del Quirinal ha acogido a papas, a reyes y actualmente al presidente de la República

El Palacio del Quirinal ha acogido a papas, a reyes y actualmente al presidente de la RepúblicaWikimedia Commons

Picotazos de historia

El Palacio Quirinal: de villa de un cardenal a residencia oficial del presidente de la República de Italia

De 1870 hasta 1946 lo fue de los Reyes de Italia y desde entonces hasta el día de hoy, de los presidentes de la República de Italia

En el año 1550 el cardenal Hipólito d´Este –ya mencionado en otro artículo– compró a la familia Carafa una villa en la colina Quirinal de Roma. La amplió y decoró con elegancia y esplendor, muy en su gusto. En 1583 el Papa Gregorio XIII arrendó la villa con idea de arreglarse en Roma una residencia de verano, ya que se consideraba que la colina Quirinal era mucho más fresca y saludable, durante los calurosos meses del estío, que el resto de las colinas que formaban la gran urbe...
Su sucesor, el Papa Sixto V, adquirió el lugar y continuó con las obras de mejora con idea de hacer del lugar una residencia digna del Vicario de Cristo. Su sucesor, Clemente VIII, se centró más en ampliar el parque y mejorar los jardines, dotándolos de un espectacular juego de fuentes, en especial la conocida como Fuente del Órgano.
La Palazzina Gregoriana el fondo del patio de honor con la marquesina de 1871

La Palazzina Gregoriana el fondo del patio de honor con la marquesina de 1871

Pablo V (1552–1621) encargó las obras del edificio principal así como la capilla y la sala conocida hoy como «de Coraceros». Urbano VIII amplió aún más la propiedad, adquiriendo terrenos colindantes. Además, encargó al arquitecto Gian Lorenzo Bernini que construyera la Logia de los Benedictinos y el edificio denominado «Manica Longa» (manga larga) y que forma el lado sur del complejo arquitectónico. Durante el siglo XVIII se completarían los diferentes edificios auxiliares hasta completar el palacio que nos ha llegado hoy.
El breve periodo napoleónico aportó la división de la gran galería que daba a la Plaza del Quirinal en lo que hoy conocemos como las salas: Amarilla, Augusto y Embajadores. También supuso un cambio a una decoración más sobria y minimista, ya que el Gran Corso se encariñó tanto con el lugar que decidió llevarse a Francia todas las obras de arte (cuadros, esculturas, muebles, vajillas, etc.) que contenía.
En el año 1848 el pontífice Pío IX publicó la llamada Alocución del 24 de abril. En ella el Papa aclaraba algunos malentendidos en relación con una alocución anterior (10 de febrero). En esta nueva alocución dejaba claro que él representaba la causa de la Iglesia, diferente y distinta de los nacionalistas italianos que luchaban por la unidad política de la península contra el Imperio Austrohúngaro. La alocución sentó como una patada entre el pueblo italiano y el pobre Pío IX pasó de ser considerado como el héroe del nacionalismo italiano a ser tildado de gran traidor. Por este motivo, la seguridad del Papa no podía garantizarse dentro de una ciudad hostil, el Papa abandonó su residencia oficial en el Palacio del Quirinal.
El 24 de noviembre de ese año huyó de Roma disfrazado de humilde sacerdote. No volvería a pisar la ciudad hasta su regreso el 12 de abril de 1850, evitando cuidadosamente el Palacio del Quirinal que tantos malos recuerdos le traían. Pío IX fue el último pontífice que habitó el palacio, residencia oficial del papado desde el año 1609 hasta 1870, cuando desapareció el Estado pontificio o Patrimonio de San Pedro. Desde 1850 se iniciará el periodo en el que el Vaticano será la residencia oficial quedando el tradicional relegado.
En cuanto al palacio del Quirinal siguió sirviendo como residencia oficial de los jefes de Estado. De 1870 hasta 1946 lo fue de los reyes de Italia y desde entonces hasta el día de hoy, de los presidentes de la República de Italia.
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