
Bonaparte y su Estado Mayor atraviesan el desierto. Óleo por Jean-Léon Gêrome. 1863.
De Napoleón a Nasser: así fue la independencia de Egipto
Egipto se convirtió en un reino independiente liderado por el sultán Fuad I
Egipto ha atraído durante siglos a conquistadores como Alejandro Magno o Napoleón, nobles que realizaban su Grand Tour o aventureros y arqueólogos que buscaban descifrar los secretos de Egipto. En torno al Nilo han construido su civilización los faraones, después llegaron los griegos, los romanos y más tarde los árabes musulmanes con una nueva religión: el Islam.
Se sucedieron dinastías como la Fatimí, con la que convivieron también minorías como los cristianos coptos, después llegaron los mamelucos, el Imperio otomano y potencias europeas como Francia y Gran Bretaña vieron en Egipto la oportunidad de ampliar sus imperios durante el siglo XIX. Ahora bien, ¿cómo consiguieron los egipcios su independencia?
En 1798, el ejército de Napoleón emprendió una campaña militar sobre Egipto y Siria, con el objetivo de controlar el único territorio que permitía el comercio con Asia. A las pocas semanas la marina real británica atacó y destruyó casi por completo la flota francesa destacada en Alejandría, dejando a la infantería gala desprotegida y bajo un asedio de una fuerza conjunta otomano-británica que duró dos años.
Con la derrota francesa, Gran Bretaña consolidó su poder en la zona y apareció una nueva figura: Mehmet Alí Pasha, el valí (gobernador) de Egipto en nombre del sultán otomano. Durante su gobierno expandió sus dominios hacia Sudán y mejoró la economía y la industria de la región. Aunque sobre el papel estaba supeditado al poder del sultán, cada vez era más independiente. Durante el mandato de su hijo, Mehmet Said, valí de Egipto y Sudán desde 1854 hasta 1863, empezó la construcción del canal de Suez, lo que incrementó el interés estratégico y económico de las potencias europeas en Egipto, convirtiéndolo en un punto neurálgico para el comercio y la navegación.
Camino a la independencia
Esta nueva dinastía de gobernantes jedives consiguió una amplia autonomía política, pero no a nivel económico. Bajo el gobierno de jedive Ismail Pacha (1863 – 1879), Egipto —que seguía bajo control otomano—, acumuló una deuda enorme por la inversión en proyectos de modernización que podían llevar a la bancarrota. Para evitarlo, en 1875 el jedive vendió a Reino Unido sus participaciones del canal de Suez, pero no fue suficiente. Un año después la situación económica no mejoró, Reino Unido y Francia impusieron un régimen de supervisión financiera para asegurar que Egipto pagase lo que debía a los acreedores europeos, aunque también lo utilizaron para controlar aquel punto estratégico del nuevo orden mundial colonial.
Revolución de 1919 contra la ocupación británica
Esta injerencia extranjera generó descontento entre los egipcios, las protestas se sucedieron y derivaron en una gran rebelión militar, liderada por el coronel Ahmed Urabi en 1879. En respuesta, el ejército británico movilizó a sus tropas, derrotaron al general y en 1882 ocuparon El Cairo, Alejandría y otros puntos clave de Egipto ante el pretexto de mantener el orden ante una serie de revueltas que habían sucedido. A pesar de que era parte del Imperio otomano, desde entonces se convirtió en una especie de protectorado británico.
Egipto bajo el control colonial británico
Reino Unido tomó el control de Egipto, y aunque oficialmente no era una colonia, funcionaba como tal. Tras la ocupación militar, el país seguía perteneciendo a los otomanos, pero en verdad el poder político lo ejercía el cónsul general británico. Como pasó en otras posesiones, Gran Bretaña explotó la economía egipcia, priorizando el monocultivo del algodón y mantuvo una fuerte presencia militar para proteger el canal de Suez.
El descontento entre intelectuales, políticos y militares propició el auge del nacionalismo egipcio, que protagonizaron figuras como Mustafa Kamil, fundador del Partido Nacional Egipcio en 1907. Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, los británicos declararon formalmente a Egipto como un protectorado más de su Imperio. Además, depusieron al anterior jedive Abbas II Hilmi y lo sustituyeron por al sultán Husseín Kamel, para facilitar el control sobre sus dominios.
Fuad I de Egipto
Durante la guerra, Egipto fue la base de operaciones para luchar contra los otomanos, que eran aliados de Alemania. El movimiento independentista continuó su curso y en 1919 una revolución obligó a Gran Bretaña a plantearse el reconocimiento de la independencia de Egipto, que consiguió el 28 de febrero de 1922.
Aunque fue una independencia parcial. Londres impuso varias condiciones: mantener el control del canal de Suez y su presencia militar, la defensa del país ante ataques externos, y la protección de minorías. Así, Egipto se convirtió en un reino independiente liderado por el sultán Fuad I, y con un sistema parlamentario reconocido en la nueva constitución de 1923, pero su plena independencia no se consolidó hasta el Tratado Anglo-Egipcio de 1936. Décadas después llegaría a Egipto la revolución, la república y la nacionalización del canal de Suez bajo el liderazgo de Gamal Abdel Nasser.