Escenario de algunos de los espectáculos más populares, como los juegos de gladiadores, las cacerías de fieras o la lucha entre animales salvajes, este recinto fue erigido en el año 8 a. C., según atestiguan las inscripciones halladas en sus tribunas. Tenía un aforo de entre quince y dieciséis mil espectadores, tal y como recoge el portal de Turismo de Mérida. En la arena aún se puede apreciar la presencia de un gran foso, donde se asentaban los pilares de madera que sostenían las tarimas y, bajo estas, se ocultaban todos los ingenios necesarios para el desarrollo de estos complejos espectáculos.