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28 de abril de 2024

Alok Sharma, presidente de la COP26

Alok Sharma, presidente de la COP26AFP

Cumbre climática

Ahora que ha terminado, ¿qué nos deja la COP26?

Delineamos los acuerdos y tratados a los que ha llegado la COP26 estas dos últimas semanas

En el momento de la ceremonia de apertura de la COP26 en Glasgow, el presidente estadounidense Joe Biden calificó la crisis climática de «amenaza existencial a la existencia humana tal y como la conocemos».
«Dejemos entonces que este sea el momento en el que respondemos a la llamada de la historia, aquí en Glasgow», concluyó Biden, dirigiéndose a una habitación repleta de líderes, ministros, y negociadores de todo el mundo. Fue una ceremonia que incluyó a portavoces indígenas, monarcas ingleses, y niños, además de grandes planes prometiendo salvar el futuro, cooperación internacional, compromiso, y fuerza de voluntad.

Si el éxito de un acuerdo internacional se midiera en su capacidad de decepcionar a todo el mundo de igual manera, Glasgow sería un triunfoHannah Cloke, profesora de hidrología en Reino Unido

Ya han pasado dos semanas desde entonces, periodo de tiempo en el que se han sucedido los paneles, debates, negociaciones, y promesas. Han sido semanas donde una y otra vez los líderes se han opuesto entre ellos, dividiéndose en los tópicos de siempre: en el carbón, los países que basan su producción de gas y petróleo se resistían a iniciar el dialogo que los países más vulnerables al clima querían. Las naciones en vías de desarrollo pidieron un mayor apoyo económico, mientras que los mas ricos no quisieron se negaron a pagar más de lo deseado.
«Si el éxito de un acuerdo internacional se midiera en su capacidad de decepcionar a todo el mundo de igual manera, Glasgow sería un triunfo», compartió Hannah Cloke, profesora de hidrología en la universidad de Reading, en una declaración post-cumbre. «Desde un punto de vista científico, estamos de vuelta en la posición donde la ciencia está más clara pero la política aún es preocupantemente turbia».
Gracias al circo mediático de la COP26, la urgencia del cambio climático se entiende ahora mejor que nunca, pero también son más las hordas de gente que está frustrada con la lentitud del proceso político sobre la crisis global. Incluso el propio presidente de la COP26, Alok Sharma, y el secretario general de la ONU Antonio Guterres dicen que las naciones deben ser aún mas ambiciosos que en Glasgow.
En su discurso de cierre, Sharma se disculpó con los delegados por la torpeza del proceso en tono de resignación.

1,5 grados Celsius, nuevo límite

Uno de los frutos de las dos semanas de conferencias es su compromiso con el límite de 1,5 grados Celsius de aumento de las temperaturas. «La diferencia entre 1,5 y 2 grados es para nosotros una sentencia de muerte», compartió Aminath Shauna, ministra para el medioambiente, cambio climático y tecnología en las Maldivas.

Este texto, [...] que es imperfecto, si que aporta suficiente equilibrio para que avancemosSimon Stiell, ministro medioambiental en Granada

El pacto de Glasgow «resuelve perseguir esfuerzos para limitar el incremento en las temperaturas a 1.5 grados», y «reconoce que limitar el calentamiento global requiere reducciones rápidas, profundas y sustanciales en las emisiones de gases de invernadero». Este pacto pide a los países que se presenten de nuevo el año que viene con planes específicos para señalar su compromiso a esta reducción.
«A pesar de que muchos de nosotros estemos incómodos con el texto, que es imperfecto, si que aporta suficiente equilibrio para que avancemos, y nos otorga la mejor oportunidad posible para mantener la promesa del 1,5», comentó Simon Stiell, ministro medioambiental en Granada.

Debate total ante los combustibles fósiles

La declaración de la COP26 pide el fin de los combustibles fósiles. El borrador inicial pedía a los países que acelerasen «sus esfuerzos para eliminar progresivamente la energía del carbón y los subsidios de esta que sean ineficientes». Varios países, como la India, pidieron una reconfiguración del texto para hacerlo más suave: «eliminar» se convierte en «reducir», por ejemplo.
Es un avance respecto a COPs pasadas, que se centraban tan solo en los objetivos; esta vez, se delinea también la forma de llegar a él.

Nuevas reglas para los mercados internacionales de carbono

Bajo el artículo 6 del Tratado del Clima de París, los países podían compartir sus objetivos con países vecinos -por ejemplo, un país que ha sobrepasado sus emisiones puede calcular cuantas ha «prevenido» y «vendérselas» a un país que no haya alcanzado su límite, equilibrando la tasa de emisiones a nivel global.
Este artículo se ha reformado en Glasgow, para asegurar una justa contabilidad de emisiones y reducir las pautas de lo que se considera contaminación, asegurando que este proceso suceda mucho menos y los países se responsabilicen más de sus emisiones. Además, los países tendrán que presentar en 2024 un informe detallado de sus emisiones de gas invernadero, que se usará de base para futuros cortes de emisiones.

El acuerdo China-Estados Unidos

Tanto el presidente Joe Biden como Barack Obama llamaron la atención al presidente chino Xi Jinping por no asistir a la COP26. Sin embargo, los oficiales chinos y estadounidenses se apresuraron a concretar un pacto, resultando en la declaración sorpresa durante la conferencia que enfatizaba la buena voluntad de ambos para hacer más respecto a los combustibles fósiles en los próximos 10 años.
La declaración no cambia los objetivos de ninguno de los dos países, pero esta cooperación entre China y Estados Unidos existirá al margen de sus relaciones diplomáticas.
«Este acuerdo entre las dos naciones mas contaminantes del mundo es una señal tranquilizadora de que Estados Unidos y China pueden trabajar juntos en una de las mayores crisis a las que se enfrenta la humanidad», dijo Byford Tsang, asesor de diplomacia climática.

Terminar con la deforestación en 2030

Más de 100 países, incluyendo Rusia, Brasil y Estados Unidos, se comprometieron a erradicar la deforestación antes de 2030. Entre ellos cubren el 85% de los bosques globales. Estos países comprometen casi 20.000 millones de dólares en presupuestar los esfuerzos para reducir la deforestación. Sin embargo, Indonesia, hogar de un tercio de las selvas del globo, ya ha empezado a retirarse del compromiso, y las promesas de salvar el Amazonas no han logrado salvar a millones de hectáreas de incendios, tala, y agricultura brasileña.

Reducir las emisiones de metano

El metano es un potente gas de invernadero que produce inmensas cantidades de calor y dióxido de carbono. Eso significa que reducir su producción tiene rápidos beneficios climáticos. Más de 100 países, responsables de la mitad de las emisiones globales de metano, firmaron el Acuerdo Global del Metano, prometiendo reducir sus emisiones del 30 por ciento antes del 2030.
Algunas de las entidades firmantes incluyen a Estados Unidos, la Unión Europea, y Japón.

Disminución progresiva del carbón

Más de 40 países se han comprometido a terminar su uso doméstico del carbón para la electricidad, y 25 países acordaron dejar de financiar las energías provenientes del carbón en los países en vías de desarrollo. Las plantas de energía potenciadas por el carbón producen un tercio de las emisiones totales de gases de invernadero. Pero China, India, Estados Unidos y Australia –dos tercios de la consumición global de carbón– no firmaron el acuerdo. 
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