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17 de abril de 2024

Soldados rusos

Despliegue de soldados rusos en territorio de conflicto bélicoAFP

Análisis

Crimea, el antecedente que espolea a Putin para invadir Ucrania

Cuando se van tensando las relaciones entre la OTAN y Rusia a causa de Ucrania, hay que recordar la anexión de Crimea en el Mar Negro, condenada por la Unión Europea como un «desafío directo a la seguridad internacional», en palabras de Federica Mogherini. Por su lado, Washington no levantará las sanciones a Rusia hasta que el Kremlin devuelva Crimea a Ucrania, según la agencia de noticias AFP.
La ocupación rusa de la península, en 2014, fue contestada por las sanciones impuestas a Moscú por la Unión Europea y EE. UU. Este hecho agravó la tensión en las relaciones Rusia-Occidente. La injerencia de Moscú en la guerra civil ucraniana exacerbó el problema. Los Acuerdos de Minsk, con la mediación de Alemania y Francia, no consiguieron aliviar las tensiones.
A principios de marzo de 2014, Rusia orquestó un referéndum en Crimea poco después de ocupar el edificio clave del gobierno, lanzar una campaña propagandística y desplegar en secreto sus tropas en la península, calificados por la población como «hombrecitos verdes». De hecho, el Kremlin realizó la consulta para legitimar «la incorporación», a pesar de que Ucrania y Occidente calificaron el referéndum de ilegal porque violaba la constitución ucraniana. Independientemente de este hecho, Moscú mantuvo que el referéndum reflejaba la voluntad del pueblo de Crimea y fue pacífico.
El presidente ruso, Vladimir Putin, destacó que la operación de Rusia en Crimea no produjo un derramamiento de sangre, pasando por alto que la toma de la península condujo a la guerra del Donbás, con miles de víctimas, según los informes de la ONU.
La posición oficial de Moscú es muy clara. «Tarde o temprano, Kiev comenzará a tratar con respeto la voluntad expresada por varios millones de residentes de Crimea y aceptará los resultados [del referéndum de 2014]», dijo a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, citado por Radio Free Europe. La población de Crimea es de poco más de dos millones de personas.

Estamos nuevamente en Rusia. Nuestros hijos están creciendo sin guerraUn residente de Simferopol, Crimea

Aunque no hay unanimidad en Crimea sobre el impacto de la adhesión de la península a Rusia, los lugareños parecen estar contentos a pesar de los persistentes desafíos económicos. «Hemos regresado a casa, estamos nuevamente en Rusia. Nuestros hijos están creciendo sin guerra», dijo un residente de Simferopol, ciudad de Crimea. Pero hay signos de que el nivel de vida en Crimea ha empeorado.
Por otro lado, el Kremlin no tiene en cuenta a los tártaros de Crimea, el 15 % de la población, una minoría nacional en la península, hostil a Moscú y que practica el Islam hanafí. Miles de ellos fueron deportados a Asia Central por Stalin. Han pedido amparo para autodeterminarse a varias entidades, como la Organización de Cooperación Islámica. La ONU, a finales de 2018, aprobó la Resolución 73/263 donde «condena las violaciones, los abusos y las medidas y prácticas discriminatorias de las autoridades de ocupación rusas contra los residentes de la Crimea temporalmente ocupada, incluidos los tártaros de Crimea».
Según Vladimir Garnachuk, exayudante del viceprimer ministro de la península, el pueblo de Crimea no estaba contento con el gobierno de Ucrania, pero hoy continúa la corrupción y las violaciones de los derechos humanos. Los habitantes de Crimea no han mejorado su nivel de vida desde que son ciudadanos rusos. En lugar de desarrollarse, la península se está quedando atrás. «Ucrania nunca se ocupó de nosotros, pero Rusia tampoco se está ocupando», según la profesora Yulia Minaeva en una entrevista a RBTH.

Los rusos se jactaron de que finalmente regresaron al estatus de gran potenciaLev Gudkov, director del Centro Levada

Muchos rusos se alegraron por la anexión de Crimea, hecho que fortaleció el nacionalismo allí. «Los rusos se jactaron de que finalmente regresaron al estatus de gran potencia y obligaron al resto del mundo a respetarnos», apuntó Lev Gudkov, director del Centro Levada con sede en Moscú, a Russia Direct.
No ha variado el número de rusos que apoyan la adhesión de Crimea, son entre el 82 y el 84 %. Putin, según las encuestas rusas, ha bajado del 89 al 81 % en aceptación. Considerado el segundo evento en importancia tras la guerra patria contra el III Reich y por delante de la carrera espacial, la anexión de Crimea como parte de Rusia sigue siendo un factor muy importante para la población de todo el país.
La cuestión es que parece que las autoridades rusas están más centradas en sus objetivos de política exterior, como, por ejemplo, una alianza con India, Siria, Irán y China, que en la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos, Crimea incluida.
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