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28 de marzo de 2024

Refugiados Ucrania

Refugiados ucranianos cruzan la frontera entre Ucrania y PoloniaAFP

Guerra Rusia-Ucrania

¿Qué hará Rusia una vez culmine la conquista de toda Ucrania?

Pocos ponen en duda que Rusia, finalmente, alcanzará sus objetivos en Ucrania. La pregunta ahora es: ¿qué hará después?

La guerra en Ucrania podría alargarse meses e incluso años. Así lo creen tanto el gobierno de Francia como el de Reino Unido. El jefe del Estado Mayor del Ejército francés, el general Thierry Burkhard, señaló que pueden pasar semanas o incluso meses antes de que la «apisonadora rusa» termine por imponerse a la resistencia ucraniana.
El viceprimer ministro británico, Dominic Raab, por su parte, apuntó a que la guerra podría alargarse durante años. Lo que nadie pone en duda, es el resultado: Rusia terminará ocupando Ucrania y logrará sus objetivos, al menos a corto plazo.
Una vez conquistada Ucrania, ¿cuáles son los planes de Vladimir Putin para el país? Según un artículo de la analista rusa pro Putin, Stepushova Lyubov Aleksandrovna, el objetivo es la partición de Ucrania y la anexión parcial a Rusia.
La teoría encaja perfectamente con las declaraciones repetidas en diferentes ocasiones por Putin, en donde defendía que los ucranianos forman parte del pueblo ruso desde sus orígenes y que Ucrania es un país artificial creado en el siglo XX con territorios de la Rusia histórica.
En un artículo propagandístico publicado en el periódico ruso Pravda, cercano al Kremlin, Stepushova Lyubov, aboga por la toma del poder en Ucrania de un gobierno militar que negocie un alto el fuego con Rusia, un gobierno «que lleve a cabo reformas con mano dura», reformas que no especifica.
Sólo después de esas reformas, las tropas rusas «podrán salir de Ucrania». Más tiempo llevará, según la dialéctica del Kremlin asumida por la analista, el proceso de «desnazificación y desmilitarización», un proceso «a largo plazo».
Sin embargo, la analista no mostró dudas de que, una vez bajo control ruso, los ucranianos cambiarán su forma de pensar: «Basta con recordar cómo los alemanes, que se enamoraron de Hitler rápidamente, después pasaron a odiarlo. Les bastó con que les llegara la guerra y experimentar en su propia piel lo que experimentaron los soviéticos».
Stepushova Lyubov apunta a que, una vez eliminado el «nacionalismo ucraniano», al que también define como «psicología de bandera», se procederá a organizar referéndums independentistas en todas las regiones ucranianas, «como se hizo en el Donetsk». Mediante esos referéndums, los territorios ucranianos decidirán si siguen dentro de Ucrania, si se proclaman repúblicas independientes o si se integran en la Federación Rusa.
«Como dijo el presidente Putin, queremos que todos los pueblos que viven en la Ucrania moderna tengan la opción de elegir libremente para determinar su futuro», defendió la analista alineada con las tesis imperialistas rusas del Kremlin.
Estos referéndums independentistas no se producirán a corto plazo, según el artículo de Pravda, sino en un período de 10 años. Lo primero, según los planes del Kremlin, es reestablecer los lazos económicos y políticos que existían antes de la revolución del Maidán de 2014 para aumentar la dependencia ucraniana de Moscú.
Para Putin, una vez culminada la conquista, es integrar a Ucrania en la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, alianza militar de la que forman parte varias repúblicas ex soviéticas, y en la Unión Económica Euroasiática.

Represión de la disidencia

Los servicios de inteligencia rusos cuentan con que este plan se encontrará con una fuerte oposición ciudadana, sobre todo después de la feroz resistencia a la ocupación mostrada por la población civil.
Para erradicar toda disidencia ucraniana, el Kremlin ha diseñado un amplio despliegue del FSB, los servicios de inteligencia rusos, en territorio ucraniano una vez concluya la invasión. Según la BBC, los funcionarios de los servicios de inteligencia de Rusia están poniendo sobre la mesa «medidas agresivas para reprimir protestas y resistencia». Se aplicarán «medidas de control de multitudes, detenciones masivas y ejecuciones», unas tácticas que ya se han visto en Chechenia.
En respuesta a una pregunta planteada por El Debate, el profesor de Historia Contemporánea de la Universidad CEU San Pablo, José Luis Orella, opinó que la intención de Rusia es anexionar «toda la costa del Mar Negro y la parte oriental de Ucrania, donde gran parte de la población es muy homogénea con el mundo ruso. Únicamente dejaría una Ucrania independiente, soberana, que mantendría su representatividad y absolutamente vinculada con el mundo europeo, en la zona occidental».
Esa Ucrania independiente tendría la particularidad de ser «un territorio agrícola, carente de industria, por lo que se añadiría a la Unión Europea, en caso de integración, un país como Bulgaria o Rumanía, que absorbería fondos europeos y gran parte de la población emigraría a países como Alemania o Bélgica para huir de la miseria del país. Es decir, una Ucrania superviviente, pero con unos problemas muy fuertes».
Por su parte, el profesor de Historia del pensamiento y de los Movimientos Sociales y Políticos de la Universidad CEU San Pablo, Antonio Alonso Marcos, apuntó a que la intención de Rusia es poner en Kiev un gobierno títere encabezado por el ex presidente prorruso Viktor Yanukovich, depuesto en 2014.
«Al final yo lo que creo que pasará es que Putin forzará a que Zelenski desaparezca, bien físicamente o que renuncie al cargo de presidente, y poner a Yanukovich, que era el anterior presidente de Ucrania, y llegar a una solución de acuerdo», explicó. En ese sentido, insistió en que se llegará a un acuerdo político «que pasa por un presidente prorruso en Ucrania».
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