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18 de mayo de 2024

Manifestación Ámsterdam contra guerra Ucrania

Manifestación en Ámsterdam contra la guerra en UcraniaAFP

Día 47 de guerra en Ucrania

La oposición a Putin da la batalla por una nueva bandera rusa sin manchas de sangre

La diáspora rusa contraria a la guerra en Ucrania renuncia a la bandera tricolor rusa por sus vínculos con el Kremlin y propone un nuevo diseño

La diáspora rusa contraria al régimen de Vladimir Putin ha izado la bandera de Rusia para protestar por la invasión de su país a Ucrania.
Pero no es la bandera tricolor tradicional rusa que todos conocemos, con los colores blanco, azul y rojo heredados de la época zarista.
La diseñadora rusa Kai Katonina, una joven pacifista de 31 años residente en Berlín, ha querido mostrar públicamente su apoyo a Ucrania, pero dejando claro que ella era rusa.
Sin embargo, no podía hacerlo con la bandera oficial de su país, manchada con demasiada sangre, así que ha diseñado una nueva bandera para Rusia que, tras descolgar la franja roja, ha quedado reducida a dos franjas blancas con una azul en medio.
La bandera ha tenido un cierto éxito entre los rusos residentes en el extranjero que ven con espanto los crímenes de su Ejército en Ucrania.
En manifestaciones contra la guerra, en Alemania y en otros países, se ha visto ondear junto a la ucraniana.

Eliminar el rojo de la bandera

En declaraciones a The Guardian, la activista rusa explica que «por desgracia, la propaganda estatal rusa y el Ejército se han apropiado por completo de la bandera tricolor rusa. Necesitábamos una bandera nueva que no tuviera conexión con la violencia y la guerra».
La solución que se le ocurrió a Katonina fue eliminar el rojo de la bandera: «Era como si hubiésemos arrojado pintura blanca sobre el rojo, sobre el derramamiento de sangre».
La bandera pronto empezó a verse en concentraciones contra la guerra en otros lugares de Europa.
Kai Katonina no cree que la rápida expansión de la nueva bandera se deba a un efecto imitación. Más bien piensa que a otras personas se les ha ocurrido la misma idea.
«Fue divertido ver cómo, al mismo tiempo, otros rusos contrarios a la guerra estaban ondeando la misma bandera. Es como si se produjera una colaboración inconsciente», destacó.

Tintes totalitarios y criminales

Los tintes totalitarios y criminales con los que se identifica la actual bandera rusa resultan paradójicos, y ejemplifica cómo un símbolo que originalmente unía a un grupo social puede quedar inutilizado cuando una parte de ese grupo se apropia de él.
La bandera tricolor rusa quedó prohibida tras el triunfo de la revolución rusa, y se recuperó en los últimos estertores de la Unión Soviética como símbolo de una Rusia democrática y liberal que quería resurgir de los escombros comunistas.
Ahora, aquellos rusos que todavía tienen esperanza de una Rusia democrática no se identifican con esta bandera, y la blanca y azul se ha alzado como incipiente símbolo de unión entre demócratas.
La nueva bandera ha tenido un gran éxito entre los opositores a Putin. Los partidarios del opositor encarcelado Alexei Navalni la han acogido con pasión.
El principal grupo ruso opositor al Kremlin en el extranjero, Foro Rusia Libre, difundió un comunicado recogido por The Guardian en el que señala que este símbolo es importante «porque libera a los rusos de sus vínculos con el Kremlin».
«Al mostrar esta bandera los rusos podemos decir no a la guerra, no a la dictadura y no a la censura. Este no es un símbolo de Estado, es un símbolo de personas que se unen», se señala en el comunicado del grupo opositor.
El triunfo del nuevo símbolo entre la diáspora rusa ha irritado al Kremlin, que ha prohibido su ostentación dentro de Rusia por considerarlo un símbolo «extremista».
Sin embargo, entre las comunidades rusas en el extranjero el símbolo es omnipresente. En toda manifestación contra la guerra organizada por rusos en el extranjero, sobre todo en territorio europeo, la bandera blanca y azul ondea con orgullo como símbolo de esa Rusia que un día Europa supo admirar.
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