El Kremlin, si alguien se lo sugiere, estaría dispuesto a ofrecer una recompensa por conocer su paradero. A Vladimir Putin y a ese círculo de fuego y poder que le rodea, le duele más la ironía y la crítica de libre pensadores sobre su guerra contra Ucrania, que las balas a sus soldados.
Periodistas, artistas o escritores, saben el riesgo que corren cuando afilan la lengua contra el poder de Moscú. Dmitri Glujovski, un célebre escritor de ciencia ficción, también tenía conocimiento de las consecuencias que podrían tener sus declaraciones, comentarios, discursos o intervenciones en las redes sociales. Por eso, se ocultó a tiempo, antes de que los sabuesos con uniforme –y sin él– pudieran olfatear su rastro.
¡Detengan la guerra! ¡Admitan que esta es una guerra contra toda la nación y deténganla!Dmitri Glujovski en Instagran
«Me acusan de desacreditar a las Fuerzas Armadas rusas por una publicación en Instagram», anunció en su cuenta de la red social por excelencia de la Federación Rusa. «Estoy listo para repetir todo lo que se dijo allí: '¡Detengan la guerra! ¡Admitan que esta es una guerra contra toda la nación y deténganla!'», protestó.
La lista negra
El delito cometido por escribir lo que está prohibido hablar podría suponerle una condena de 10 años en prisión. Su nombre figura en la lista negra de personas más buscadas en el Ministerio del Interior, después de que se produjera la «invasión», otra palabra prohibida por el Kremlin.
Autor de títulos en cabeza de los más vendidos en Rusia como la saga Metro 2033, Metro 2034 y Metro 2035, tres best sellers, venció al miedo y desobedeció después del 24 de febrero, fecha de la invasión y lo sigue haciendo pese a la ofensiva en su contra del Kremlin.
El tribunal del distrito de Basmanny (Moscú) difundió que el pasado 13 de mayo, había ordenado la detención del escritor que puede presumir de producir una obra traducida a varios idiomas y adaptada a videojuegos y películas.
Desde entonces el prófugo de la justicia made in Putin,se refugió en lugar desconocido, sigue atacando al hombre más peligroso del mundo y no se amedrenta para denunciar que la invasión se hizo a «espaldas del pueblo ruso».
Lo dijo y lo repetirá cuantas veces consideré necesario: el engaño no fue solo a Ucrania sino a toda la Federación Rusa.