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18 de abril de 2024

Un hombre pasa junto a una pared con carteles que representan al presidente ruso, Vladimir Putin, en Varsovia, Polonia

Un hombre pasa junto a una pared con carteles que representan al presidente ruso, Vladimir Putin, en Varsovia, PoloniaGTRES

140 días de guerra en Ucrania

Putin prohíbe a la prensa mencionar los nombres de los generales victoriosos por si amenazan su liderazgo

Mientras, los combates siguen y los intentos por despejar la salida de los barcos ucranianos cargados de grano en el Mar negro, recobran fuerza en una reunión de hoy en Estambul

Vladimir Putin lo tiene todo previsto. Al menos, en lo que a su liderazgo se refiere. El presidente de la Federación Rusa ha dado instrucciones a los medios de comunicación de su país para que no identifiquen, por su nombre y apellidos, a los generales victoriosos en Ucrania.
La prensa rusa, sometida a la censura, amenazas, extorsiones y detenciones del gobierno, recibió la orden del Kremlin, que acatará si no quiere que sus medios sean premiados con una clausura inmediata y sus periodistas, en el mejor de los casos, desfilen por el banquillo de los tribunales.
«Si hubiera un general cuyo nombre se mencionara, de forma constante en las noticias y se oyera en radio y canales de televisión con frecuencia, sería inevitable que se volviera una figura popular», le confía una fuente cercana al Kremlin a la publicación, que recoge el diario británico The Times.
En ese caso, plantea: «¿Quién sabe en que podría convertirse ese hombre entre los partidarios de la guerra?» Dicho de otro modo, el general heroico a los ojos del pueblo, podría convertirse en una amenaza para el liderazgo de Putin. Y eso, la actual Rusia no lo puede consentir.

Los muertos rusos

La situación del aprendiz de zar siglo XXII en Rusia no es tan amable como la pintan los medios oficiales o filtran las encuestas del gobierno. La guerra no declarada en Ucrania se está prolongando más de lo previsto y los muertos en el bando ruso se cuentan por miles. Diferentes estimaciones calculan no menos de 15.000 y en torno a las 35.000 bajas.
El ala más dura del régimen, que simula una apariencia democrática, prefiere terminar la invasión cuanto antes.

Hacer oficial que Rusia está en guerra

Los altos mandos militares, según The Times, estarían presionando para que la Federación hiciera oficial lo que es un hecho: Rusia está en guerra. En ese caso, el país podría llegar a movilizar a cerca de dos millones de efectivos y desplegar todo el potencial que tiene en reserva.
Putin declaro hace unos días que lo visto hasta ahora en Ucrania era poco menos que un juego de niños con lo que se avecina.
Fuentes militares españolas no terminan de entender por qué el ataque no empezó como impone cualquier manuel de la guerra: aviación y cuando has barrido la zona, das paso a la infantería, resumen.
Lo que hizo Putin en enero fue, a grandes rasgos, exactamente lo contrario. La estrategia fallida le obligó a dar marcha atrás y renunciar a su idea de asaltar Kiev y hacerse con el control del antiguo territorio de la ex Unión Soviética.
Las escenas de tanques abandonados, armamento obsoleto y hasta sistemas de comunicación antediluviano echaron por tierra la reputación de la gran Rusia con capacidad, que la tendría, de arrasar Ucrania.
A este escenario hay que sumar las deserciones de soldados que fueron a la guerra creyendo que iban a hacer maniobras y la resistencia en la población que el régimen trata de ocultar.
Recientemente se difundió un video donde un grupo de mujeres de Buriata, empobrecida región que registra uno de los números mas altos de muertos, reclamaron al Gobierno el regreso de sus maridos de una «guerra injusta». La palabra guerra también está prohibido pronunciarla en Rusia.
Rusia, que ha recorrido todo el catálogo de crímenes de guerra en esta invasión, concentra sus fuerzas en las zonas que todavía resisten en el Donbás, mientras busca convertirse en el amo de la media luna terrestre hasta Odesa que dejaría a Ucrania en una situación como la de Bolivia: sin salida al mar.
La resistencia de Volodimir Zelenski y el gobierno que Putin califica de «nazi» ha impedido hasta ahora que el Kremlin logre sus objetivos.
El frente común de la OTAN y los aliados de apoyo y suministro de armamento a Ucrania, le ha dado fuerzas a Kiev que, pese a todo, necesita y demanda armas de mayor alcance.
Rusia parece estar aprendiendo de sus errores y flaquezas y se dispone a recibir de Irán un número no determinado de drones.
Entretanto, los combates siguen y los intentos por despejar la salida de los barcos ucranianos cargados de grano en el Mar negro, recobran fuerza en una reunión de hoy en Estambul.
De cualquier modo, Ucrania, con razón, desonfía de Moscú y al menos ha logrado fletar 16 buques de carga por el Danubio.
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