Domingo negro para Ucrania y dos de las personas más cercanas, hasta ayer, a Volodimir Zelenski. El presidente de Ucrania, destituyó a su Fiscal General, Irina Venediktova,y a su amigo y jefe de los Servicios de Seguridad del país, Ivan Bakanov.
Las razones de prescindir de dos personas claves en este momento de la guerra son, en definitiva, su presunta connivencia con los servicios rusos y la de buena parte de sus colaboradores.
En palabras del presidente de Ucrania todo se debe a, «desempeño inadecuado de sus deberes con el consiguiente coste de vidas humanas», anunció a través de su cuenta de Telegram.
Zelenski aseguro que más de 60 empleados de la oficina del Fiscal y del Servicio de Seguridad de Ucrania que dirigían los cesados permanecieron en los territorios ocupados y «trabajan contra nuestro estado», informa Efe.
El presidente comunicó además que se habían detectado conexiones entre fuerzas de seguridad ucranianas y los servicios especiales de Rusia, lo que «constituía un crimen contra los cimientos de la seguridad nacional».
Venediktova será sustituida por Oleksiy Simonenko mientras que no se ha dado a conocer al sustituto de Bakalov, quien hasta la fecha se le consideraba entre los miembros del círculo de amistades más íntimas del presidente.