El fundador del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, acusó a Moscú de negar deliberadamente a sus combatientes el suministro de municiones, a raíz de una creciente rivalidad permanente con parte de la élite rusa.
Prigozhin admitió que existe una «total hambruna de municiones» en las filas de los destacamentos de mercenarios que combaten en el Donbás y demandó más proyectiles al Ministerio de Defensa ruso.
En un mensaje de audio de siete minutos de duración, publicado este lunes por su servicio de prensa, el fundador del Grupo Wagner confesó que Moscú le exigía «disculparse y obedecer» para conseguir munición para sus tropas, según recoge Reuters.
Asimismo, Prigozhin afirmó que la producción militar rusa era suficiente como para abastecer a las fuerzas que combatían en el frente, y que las dificultades de suministro que experimentaban sus combatientes eran el resultado de decisiones conscientes.
De estas declaraciones se puede leer entre líneas que los problemas comenzaron cuando la jefatura de la campaña la asumió el jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, al que Prigozhin ha criticado en varias ocasiones desde el inicio de la intervención militar rusa hace un año por la falta de avances en el frente.
El jefe de Wagner lamentó que, mientras algunos comen con «cubertería de plata» y «envían a sus hijas y nietos de vacaciones a Dubái, soldados rusos mueren en el frente». «¡Lo único que pido es que me den municiones!», resaltó, en declaraciones recogida por Efe.
La Casa Blanca publicó la semana pasada que el grupo de mercenarios rusos había sufrido más de de 30.000 bajas desde el inicio de la guerra, de las cuales unas 9.000 habían muerto en combate.