Dos días después de anunciar que Rusia suspendía la aplicación del START III, el único tratado que aún existía entre Estados Unidos y Rusia de desarme nuclear, el presidente Vladimir Putin anunció el emplazamiento de nuevos misiles balísticos intercontinentales Sarmat, conocidos como Satan II.
En un vídeo publicado con motivo del Día del Defensor de la Patria, el presidente ruso anunció también la entrega masiva a las Fuerzas Armadas de misiles hipersónicos Kinzhal y Tsirkon.
En su mensaje, Putin anunció que en 2023 «entran en guardia operativa las primeras instalaciones de lanzamiento de los sistemas de misiles Sarmat con el nuevo misil pesado».
Al mismo tiempo, «continuará la producción en serie de los sistemas de misiles hipersónicos de emplazamiento aéreo Kinzhal y comenzaremos el suministro masivo de misiles hipersónicos de emplazamiento naval Tsirkón».
Putin anunció, asimismo, la entrega a la flota de guerra rusa del submarino Borei-A, «Emperador Aleksand III», con capacidad para lanzar misiles nucleares. «En los próximos años la flota recibirá otros tres submarinos de este tipo».
En conclusión, el mensaje que quiso transmitir Putin es que las fuerzas armadas rusas fortalecerán su capacidad de disuasión nuclear mediante un desarrollo de la tríada nuclear, constituida por misiles lanzados desde tierra, desde el aire y desde el mar.
Según fuentes de inteligencia estadounidenses, Rusia estaría organizando nuevos ejercicios de misiles balísticos con capacidad militar.
Durante la visita el pasado lunes del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a Kiev, Rusia habría tratado de probar el lanzamiento de uno de sus misiles Sarmat. Sin embargo, el ejercicio habría resultado fallido.
También se espera algún tipo de prueba de armamento con capacidad militar durante los ejercicios conjuntos con China que se desarrollarán a partir de este viernes, y donde participará una fragata rusa equipada con misiles hipersónicos.