Las sirenas han sonado con fuerza en diferentes puntos de Ucrania durante toda la noche. Rusia ha decidido lanzar un ataque masivo esta madrugada golpeando en varias regiones. Járkov, Odesa y Kiev han sido bombardeadas y ya se informa de heridos.
Oleg Synegubov, gobernador de la región de Járkov ha confirmado 15 bombardeos y ha explicado que las fuerzas rusas han dirigido su ataque contra «infraestructuras críticas». Lo mismo ha ocurrido en Odesa, donde Maksym Marchneko ha asegurado que varios misiles han apuntado a su «infraestructura energética», aunque también habla de «edificios residenciales dañados».
La campaña de hostigamiento de Putin ha apuntado también a la capital ucraniana. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, ha confirmado varias explosiones en la ciudad y ha pedido a los ciudadanos que se dirijan a los refugios mientras suenan las alarmas. Dos personas han tenido que ser hospitalizadas tras el ataque.
Riesgo nuclear
Rusia lleva meses golpeando instalaciones claves de Ucrania con misiles y drones, cortando los servicios de agua, calefacción y electricidad de millones de personas. Su ofensiva de hoy también ha afectado a la frágil central nuclear de Zaporiyia, un punto clave durante toda la invasión.
La compañía nuclear del país ha confirmado que Zaporiyia se encuentra sin energía y ha sido necesario encender «18 generadores diésel» para mantener en funcionamiento todos los reactores y el sistema de refrigeración.
A pesar de la ofensiva balística, el Ejército ucraniano pone en valor su escudo antimisiles y asegura que de los 81 proyectiles que ha lanzado Rusia, ha conseguido derribar 34.