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26 de abril de 2024

Kathleen Folbigg fue indultada tras nuevas pruebas que la exoneran del asesinato de sus cuatro hijos

Kathleen Folbigg fue indultada tras nuevas pruebas que la exoneran del asesinato de sus cuatro hijosAFP

Australia

Kathleen Folbigg, tras pasar 20 años en prisión injustamente: «Siempre he llorado por mis hijos»

La mujer australiana fue condenada sin pruebas a 25 años de prisión en 2003 por el asesinato de tres de sus hijos y el homicidio involuntario de su primer hijo

El caso de esta mujer de 55 años ha sido descrito como uno de los grandes fiascos de la justicia australiana. Kathleen Folbigg pasó 20 años en prisión después de que un jurado la declarara culpable de matar a sus hijos Caleb y Patrick y sus hijas Sarah y Laura, pero nuevas pruebas demostraron que los niños murieron de manera natural.
Folbigg, la mujer que llegó a ser apodada como «la peor asesina en serie de Australia», ha sido indultada después de encontrarse evidencia científica que respalda la inocencia que siempre defendió.
Cada niño murió de forma repentina entre 1989 y 1999, con edades comprendidas entre los 19 días y los 19 meses, y los fiscales alegaron en su juicio que ella los había asfixiado.

Folbigg fue condenada a 25 años en 2003 por el asesinato de tres de sus hijos y el homicidio involuntario de su primer hijo

«Durante los últimos 20 años en los que he estado en prisión, siempre he pensando en mis hijos, llorado por mis hijos, y es algo que haré por siempre», declaró a través de un vídeo.
Al salir este lunes de la cárcel, Folbigg dijo sentirse agradecida de estar en libertad y también agradeció a sus amigos y la gente que la apoyó, quienes libraron una campaña para que su caso fuera revisado. «No hubiera podido sobrevivir esta terrible experiencia sin ellos», agregó.

«Crímenes que nunca ocurrieron»

«Es imposible comprender el daño que se ha infligido sobre Kathleen Folbigg... el dolor de perder a sus hijos y luego casi dos décadas encerrada en cárceles de máxima seguridad por crímenes que la ciencia ha demostrado que nunca ocurrieron», dijo su abogada Rhanee Rego.
El juicio de Folbigg de 2003 se centró sobre todo en evidencias circunstanciales, especialmente en los diarios en que expresaba sus problemas con la maternidad. Sin embargo, no se presentaron evidencias físicas de asfixia o lesiones a los niños en el juicio.
En la más reciente investigación, expertos sugirieron que los diarios de Folbigg eran el mecanismo de una madre afligida con apoyo limitado, y que sería poco probable que los cuatro niños pudieran ser asfixiados sin dejar rastro.
Pero la evidencia clave vino de un equipo de inmunólogos que halló que las hijas de Folbigg, Sarah y Laura, compartían una mutación genética, llamada CALM2 G114R, que puede causar muerte cardíaca repentina.
También se descubrieron pruebas de que sus hijos, Caleb y Patrick, poseían una mutación genética diferente, relacionada con una epilepsia de inicio repentino.
De acuerdo con la BBC, la Academia Australiana de Ciencias señaló que el caso muestra la necesidad de una reforma que haga que el sistema legal sea más «sensible a la ciencia».
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