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19 de mayo de 2024

Protesta en Yemen contra la quema del Corán

Protesta en Yemen contra la quema del CoránAFP

Los países islámicos tratan de influir en Bruselas para que la UE prohíba quemar el Corán

La Organización para la Cooperación Islámica toma como una ofensa los ataques a su libro sagrado y enviarán una delegación a la Comisión Europea

En las últimas semanas, varias copias del Corán han sido quemadas frente a las embajadas de Irak y Egipto en Estocolmo y Copenhague, lo que ha provocado la ira de los musulmanes de todo el mundo y un aumento de la tensión diplomática con los países escandinavos sin precedentes. Lo toman como una ofensa contra ellos y contra sus creencias cuando dentro de muchos de sus territorios no se puede practicar otras religiones o incluso eres perseguido si no eres musulmán.
Los países islámicos han pedido airadamente que cesen este tipo de acciones y llevarán el caso a Bruselas para que lo estudie la Unión Europea. Así lo ha acordado la Organización para la Cooperación Islámica, que enviará diplomáticos a las instituciones europeas para ejercer como lobistas con la intención de prohibir la quema del Corán.
En una resolución firmada este lunes por los 57 Estados miembros, el grupo arremete contra las acciones «criminales» que se desarrollan en Europa, donde se fomenta, según ellos, una «cultura del odio y el racismo». Por ello, enviarán una delegación a la Comisión Europea para tratar de influir en la posición que adopte el Ejecutivo.
Sin valorar lo que ocurre en muchos de los 57 países que forman la OCI, se atreven a decir que en Europa se difunden con facilidad la «islamofobia» y los «discursos de odio», por lo que piden a la ONU que, si no actúa la Comisión Europea, nombre un «relator sobre la lucha contra la islamofobia».
Esta declaración de intenciones llega, además, después de que por parte del Ejecutivo comunitario alguien ya alzara la voz en su favor. Lo hizo el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, quien calificó de «provocación» la quema del libro sagrado de los musulmanes. El político socialista también obvió en ese momento –y en los anteriores– los ataques continuos que sufren los católicos en algunos países árabes.
Con este discurso por parte del Ejecutivo comunitario, no sería de extrañar que se promoviera algún tipo de normativa en este sentido, sin pedir contrapartida alguna por parte de los países islámicos que lo demandan.
La lista de miembros que engloban la Organización para la Cooperación Islámica son Azerbaiyán, Jordania, Afganistán, Albania, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Uzbekistán, Uganda, Irán, Pakistán, Baréin, Brunei, Bangladesh, Benín, Burkina-Faso, Tayikistán, Turquía, Turkmenistán, Chad, Togo, Túnez, Argelia, Yibuti, Arabia Saudí, Senegal, Sudán, Siria, Surinam, Sierra Leona, Somalia, Iraq, Omán, Gabón, Gambia, Guyana, Guinea, Guinea-Bisáu, Palestina, Comoras, Kirguistán, Qatar, Kazajistán, Camerún, Costa de Marfil, Kuwait, Líbano, Libia, Maldivas, Mali, Malasia, Egipto, Marruecos, Mauritania, Mozambique, Níger, Nigeria y Yemen. Algunos de esos países no pueden presumir precisamente de respetar los derechos humanos como para exigir a otros que tomen lecciones.
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