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10 de mayo de 2024

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Tecnología

La UE alcanza un preacuerdo para controlar los sistemas de IA como ChatGPT pero las negociaciones continúan

Aún persisten puntos de debate significativos, entre ellos, el uso de la IA en la aplicación de la ley y el acceso al código fuente

Los legisladores y gobiernos de la UE han llegado a un acuerdo preliminar este jueves respecto a la regulación de los sistemas de IA generativa de rápido crecimiento como ChatGPT.
Tras cerca de 20 horas de negociaciones entre las partes, aún persisten puntos de debate significativos, entre ellos, el uso de la IA en la aplicación de la ley y el acceso al código fuente.
La forma de regular este tipo de sistemas, que han estallado en el último año, ha sido uno de los principales puntos de fricción entre las instituciones comunitarias a la hora de pactar la ley de inteligencia artificial de la UE, una de las primeras normas mundiales sobre esta tecnología y que desde la Comisión pretenden que sea el marco regulatorio para otros países.
El Consejo de la Unión Europea ha pospuesto indefinidamente una conferencia de prensa programada para las nueve de la mañana de este jueves, a medida que continúan las negociaciones que pretenden esclarecer el futuro de la inteligencia artificial en Europa. Consecuentemente, también se han modificado las actividades planificadas en el Parlamento y en la Comisión.
Uno de los principales escollos es el uso de estos sistemas para el control de la población, en concreto la vigilancia biométrica en tiempo real en espacios públicos, una tecnología que ya usa China desde hace años y por la que es duramente criticada al servir de base para la creación de un Gran Hermano tecnológico sin precedentes.
Desde la Comisión intentan sortear este escollo argumentando que se podrá utilizar para evitar delitos como el terrorismo, el abuso sexual o la protección de infraestructuras críticas, siempre con previa autorización judicial. En la práctica será imposible controlarlo.
La Eurocámara, en cambio, se opone a su uso porque considera que la vigilancia biométrica viola los derechos fundamentales, aunque el ponente de la norma en el Parlamento Europeo, el socialista Brando Benifei, se abrió el pasado miércoles a permitirla si existen fuertes garantías para proteger los derechos.
El núcleo del debate en este momento es la protección de los derechos básicos de los ciudadanos y el respeto de la privacidad, dos campos que podrían quedar reducidos a la mínima expresión si no se limitan los usos de la inteligencia artificial por parte de los Estados.
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