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28 de abril de 2024

Donald Trump quiere replantear sus relaciones con Europa en caso de llegar a la Casa Blanca

Donald Trump quiere replantear sus relaciones con Europa en caso de llegar a la Casa BlancaAFP

Mano tendida a Putin y bronca con Europa: así transformará Trump la seguridad mundial

La posible llegada de Trump a la Casa Blanca promete con dar la vuelta a todos los consensos de seguridad alcanzados con Europa tras la Segunda Guerra Mundial

La cuestión ruso-ucraniana ha roto por la mitad a la sociedad estadounidense y al Partido Republicano y podría tener consecuencias a nivel global en caso de que los republicanos recuperaran el poder en las próximas elecciones presidenciales de noviembre de 2024.
De hecho, ya las están teniendo. El bloqueo en la Cámara de Representantes debido al veto del Partido Republicano a la ayuda militar a Ucrania ha dejado a las fuerzas de Kiev con municiones mínimas.
Esa circunstancia ha favorecido la última gran victoria rusa en el campo de batalla: la conquista de la ciudad ucraniana de Avdiivka, la primera victoria rusa en meses.
El presidente Biden se mostró muy crítico con el Partido Republicano tras la debacle ucraniana en Avdiivka: «El Ejército de Ucrania se vio obligado a retirarse de Avdiivka después de que los soldados ucranianos se vieran obligados a racionar municiones debido a la disminución de los suministros como resultado de la inacción del Congreso».
Las declaraciones de Trump, donde pone en duda el apoyo de Estados Unidos a Ucrania y el papel de Washington en la OTAN, así como el férreo bloqueo del paquete de ayuda militar a Ucrania ha planteado muchas dudas respecto a cómo planteará Estados Unidos el desafío expansionista ruso en caso de que Trump llegue a la Casa Blanca.
Según publicó la CNN, Trump ya está diseñando su política internacional de cara a un posible regreso a la Casa Blanca que en el Partido Republicano dan ya por hecho. En ese sentido deben interpretarse sus declaraciones atacando a la OTAN –llegó a decir que alentaría a Rusia a atacar a los aliados que no pagaran– y sus llamamientos a retirar toda ayuda a Ucrania.
Trump definió el apoyo occidental a Ucrania de «desastre» que no habría ocurrido con él en la presidencia y exigió al presidente Biden que obligue a los países europeos de la OTAN a invertir en defensa el mismo presupuesto que invierte Estados Unidos.
«¿Podría alguien informar a nuestro presidente desinformando de que la OTAN tiene que pagar sus cuentas? Ahora (los aliados europeos) están pagando una pequeña fracción de lo que pagamos nosotros por el desastre en Ucrania que, si tuviéramos un verdadero presidente, nunca habría ocurrido. Probablemente haya una diferencia de 150 mil millones de dólares. Deberían igualarse con Estados Unidos: ¡Rápido! Las naciones europeas, en conjunto, tienen aproximadamente el mismo tamaño de economía que la nuestra. Tienen dinero. ¡Que paguen!», dejó escrito en su perfil de la red social Truth por él impulsada.
La alarma sobre las intenciones del magnate en caso de que regrese a la presidencia se han extendido por las cancillerías europeas a medida que se acerca la campaña electoral.
El temor a que Trump intente abandonar la OTAN –algo que, por otro lado, no es nada sencillo de llevar a cabo–, o al menos reducir su compromiso de cara a la defensa de los aliados, resuena con fuerza en los pasillos del cuartel general de la Alianza Atlántica en Bruselas.
La política exterior propugnada por el Partido Republicano ha virado y se ha centrado en un proteccionismo en el que el lema es «America first». Un lema que, por otro lado, tuvo su éxito en los años previos a la Primera Guerra Mundial, lo que alimenta la teoría de la retroalimentación cíclica de los hechos históricos.
La reacción de Trump tras la muerte del disidente ruso Alexei Navalni en la prisión siberiana de Lobo Polar no ha hecho más que alimentar los temores sobre la visión del mundo que el aspirante republicano tiene en la cabeza.
Trump no condenó la muerte de Navalni, condenado a 30 años de prisión acusado de extremismo, y la empleó para atacar al sistema judicial por los múltiples casos por los que está siendo juzgado.
En ese sentido, se comparó con Navalni al compartir un artículo del portal Tipp Insights donde se comparaba la persecución que Navalni sufrió a manos de Putin y su régimen, con los casos judiciales contra Trump.
Posteriormente, en una entrevista con Fox News, volvió a compararse con el disidente muerto en prisión: «Es horrible, pero también está sucediendo en nuestro país. Nos estamos convirtiendo en un país comunista en muchos sentidos. Tengo ocho o nueve juicios, todo por estar en política».
Además, responsabilizó a Navalni de su trágico destino: «Podría haberse mantenido alejado y, francamente, probablemente habría sido mucho mejor mantenerse alejado y hablar desde fuera del país», aunque reconoció su valentía por regresar a Rusia sabiendo que lo iban a detener.
El aspirante a candidato republicano ha puesto toda la maquinaria del Partido Republicano al servicio de sus prioridades en política exterior.
En ese sentido, el senador republicano por Ohio, y fiel seguidor de Trump, JD Vance, afirmó durante la reciente Conferencia de Seguridad de Munich que «no creo que Vladimir Putin sea una amenaza existencial para Europa y, si lo llegara a ser, tendría que ser Europa la que asumiera un papel más agresivo en su propia seguridad».
Además, Vance rechazó el nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania bloqueado en el Congreso por valor de 60.000 millones de dólares: «No va a cambiar en nada la realidad en el campo de batalla».
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