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18 de mayo de 2024

Víctor Santana

Los proscritos del poder: la Izquierda e Identidad y Democracia

ID, a diferencia de la Izquierda, cuenta con casi el doble de diputados, representando el 10 % del Parlamento Europeo, pero aun así es el grupo más alejado de la dinámica parlamentaria

Actualizada 04:30

Sí, siempre hay proscritos en todas partes y el Parlamento Europeo no iba a ser menos. Pero incluso dentro de esta definición, en estos dos grupos de los que hablaremos hoy, hay grandes diferencias.
Sobre todo, diferencias provocadas por los dos principales grupos del Parlamento Europeo, el Partido Popular Europeo (EPP) y los Socialistas europeos (S&D), siempre volvemos a ellos, y eso dice mucho del poder que tienen y de su visión sobre cómo crear comunidad en la casa de la democracia europea.
Dentro de estos proscritos hay que hablar de dos grupos políticos muy presentes en la vida diaria del Parlamento, la Izquierda (The Left) e Identidad y Democracia (ID)
Empezamos por la izquierda, ya que nunca antes un grupo con 38 eurodiputados había conseguido tener una influencia tan desproporcionada y efectiva, pues han conseguido no ser vistos por los dos grandes grupos como un partido radical y han sabido canjear representatividad a cambio de servir a los intereses de los socialistas cuando sus alianzas con el Partido Popular Europeo peligraban.
Y es que, el Partido Popular Europeo se pone nervioso ante una hipotética alianza entre los socialistas, los liberales de Renew, los Verdes (Greens) y la Izquierda, ya que puede hacerle perder su habitual control sobre los procesos legislativos. Y es en esto precisamente donde radica el poder de este pequeño grupo, en hacer valer sus 38 votos para sacar adelante enmiendas progresistas, fácilmente aceptadas por el resto de los grupos de la coalición de izquierdas, entre quienes debemos incluir a Renew.
La izquierda es el grupo político donde se integran Podemos y Sumar.
En el lado opuesto a la izquierda, podemos encontrar al grupo de Identidad y Democracia (ID), grupo que desde su nacimiento ha sufrido un denominado cordón sanitario, una estrategia impulsada por los grupos de izquierdas: The Left y S&D, con el objetivo de inutilizar a un 10 % de los diputados del Parlamento y reducir así el posible apoyo parlamentario que el Partido Popular Europeo podría tener.
En este grupo, el partido más reconocido es el francés liderado por Marine Le Pen, Agrupación Nacional, pero no está solo, también incluye a los italianos de Mateo Salvini que forman una alianza con ellos, así como el reciente ganador de las elecciones en Holanda, Geert Wilders. Es muy importante recalcar que todos estos partidos, en algún momento, han llegado a representar a una gran minoría de sus países.
ID, a diferencia de la Izquierda, cuenta con casi el doble de diputados, representando el 10 % del Parlamento Europeo, pero aun así es el grupo más alejado de la dinámica parlamentaria. No se les tiene en cuenta a la hora de la representación en puestos de las comisiones parlamentarias, ni tampoco a la hora de la representatividad que deberían tener en la mesa del Parlamento.
A todos los integrantes de este grupo ID se les considera dentro del consenso parlamentario como parias, políticos que ponen en peligro el status quo de la UE y, según ese consenso, suponen una amenaza para la democracia.
Supongo que viene a la cabeza cómo es posible que semejante bloqueo pueda ser realizado en un parlamento donde el grupo más grande es el Partido Popular Europeo. ¿No debería el EPP imponer un poco de sentido común y, al igual que se permite la representación en comisiones y delegaciones parlamentarias a los partidos más radicales de la izquierda, permitir el mismo decoro parlamentario a los miembros de ID?
Y es que este bloqueo no solo ocurre instigado por la izquierda más radical del Parlamento Europeo, de los Verdes y con la colaboración activa con los socialistas, sino que también ocurre con la colaboración del Partido Popular Europeo y de los liberales de Renew. Todos ellos colaboran en ese cordón sanitario. Solo el ECR, los Conservadores y Reformistas Europeos, tienden lazos y buscan encuentros con los miembros de Identidad y Democracia para poder crear e impulsar grandes consensos en la derecha. Algo que la izquierda intenta evitar a través de amenazar con extender ese cordón sanitario a los partidos que entablen relaciones con los que ellos consideran tóxicos.
Es increíble que el EPP aún no se haya dado cuenta de que la izquierda, con estos bloqueos, solo intenta reducir el número de apoyos que el Partido Popular Europeo pueda conseguir para mantener su fuerza dentro del juego parlamentario. Divide y vencerás.
Solo nos queda un grupo político que, la mayoría de las veces, todo analista político evita. Al fin y al cabo, no es un grupo político cohesionado sino un cajón de sastre para acoger a todos los políticos que no tienen espacio en el resto de los grupos. Con una capacidad para influir en la vida parlamentaria mínima por carecer de proyecto político común, aun contando con 46 diputados, de vez en cuando el grupo de los No Inscritos (NI) nos da alguna sorpresa, pero esto lo veremos en el artículo de la próxima semana.
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