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Fuerzas ucranianas en el frente de Donetsk

Fuerzas ucranianas en el frente de DonetskAFP

El jefe de la inteligencia militar ucraniana tiene una obsesión que será decisiva en el futuro de la guerra

Las fuerzas ucranianas han intensificado sus ataques contra objetivos militares en Crimea

El jefe de la dirección principal de inteligencia militar de Ucrania (GUR), Kyrylo Budanov, está obsesionado con la reconquista de Ucrania, una obsesión que podría marcar la futura contraofensiva que tratarán de emprender las fuerzas de Kiev en los próximos meses.

Budanov ya expresó que su opinión en varias ocasiones de que la pieza central del puzle de la ocupación rusa de Ucrania es Crimea. Si Crimea cae, o entra en una situación comprometida, la invasión y ocupación rusa comenzaría a desquebrajarse.

Durante la primavera pasada, Budanov reconoció en varias entrevistas y declaraciones que el principal objetivo de la contraofensiva que preparaba en aquel momento –y que fracasó durante el verano de 2023– era Crimea, y no descartaba su reconquista antes de 2024.

Aquella Contraofensiva fue un fracaso, no solo no se avanzó hacia Crimea, sino que además se sufrieron unas bajas insoportables y se perdió gran parte del armamento cedido por las potencias occidentales.

El desastre le costó el puesto al ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, y al jefe de las fuerzas armadas ucranianas Valerii Zaluzhnyi.

Budanov es el arquitecto de los dos ataques contra el puente de Kerch, que une Crimea con Rusia, en octubre de 2022 y julio de 2023.

Es también el cerebro de los numerosos actos de sabotaje y ataques con drones y misiles contra instalaciones militares, líneas de suministro e infraestructura energética rusa en la península de Crimea.

Asimismo, también diseñó la efectiva guerra de drones de superficie contra la Flota rusa del Mar Negro en los diferentes puertos ocupados por Rusia en Crimea.

Según se ha podido comprobar en los últimos días, la obsesión de Budanov con Crimea no se ha debilitado, y ha diseñado nuevos planes para el futuro inmediato que podrían ser decisivos de cara a la futura contraofensiva.

En particular, han destruido cinco baterías S-400 en los últimos días y varias baterías S-300. Sin embargo, Rusia tiene unas 50 baterías S-400 en Crimea, lo que muestra la homérica tarea que las fuerzas ucranianas tienen por delante.

Además, Budanov reconoció que el gran objetivo es destruir las S-500, una versión modernizada del S-300, que Rusia ha desplegado de forma experimental.

La prioridad de Budanov de deteriorar las defensas antiaéreas rusas en Crimea podría tener una explicación concreta: allanar el camino a los F-16 cuando entren en combate en los próximos meses.

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