El Europarlamento es Paiporta

El mundo está cambiando a velocidad de vértigo y aquellos que creían que tenían todo controlado para mantener su poder y sus privilegios y garantizar tanto su arbitrariedad como su impunidad, han entrado en pánico. Sucede en EE.UU. donde el día 20 de enero viviremos una jornada que será un hito en la historia de este siglo con el solemne triunfo de un gran movimiento nacional de hartazgo, protesta y victoria sobre las elites izquierdistas y su entramado de intereses.

En Europa va a pasar lo mismo y quien no haya visto los resultados de las elecciones austriacas, checas, italianas, francesas, holandesas y todas las que vendrán, no se ha enterado de que el Partido Popular, principal responsable de desviar el voto nacional y conservador de las naciones europeas hacia una política de izquierdas, ha entrado en el ultimo capitulo de dicha traición que ya perpetra desde hace décadas.

Va a ser la última vez que el Partido Popular tiene éxito en disfrazarse de derechas para garantizar el mantenimiento de la política centralista de izquierdas y catastrofista-climática. Será el último abrazo de Von der Leyen a todos los perdedores de las elecciones para seguir con la política fracasada del quinquenio anterior de Pacto Verde, hundimiento energético y económico, agenda 2030, histeria ideológica, invasión inmigrante incentivada y guerra contra la libertad de expresión.

Las contradicciones les están estallando entre las manos como pudimos explicar con satisfacción en un encuentro de miembros de Patriotas por Europa celebrado en Madrid. Igual que la resolución sobre Venezuela del Parlamento Europeo demostró que el eje de la voluntad popular de las naciones en Europa se ha movido con fuerza hacia la derecha, está claro que la lucha por la libertad y la prosperidad va a poder a los populares ante un dilema existencial. Si ya se escondieron los populares cuando la izquierda y Josep Borrell sabotearon la presencia de Jeanine Añez, presidente constitucional de Bolivia y presa política como finalista que fue del premio propuesta por Vox, con el Premio a María Corina y Edmundo González se ha visto que el cordón sanitario con el que la mayoría menguante intenta asfixiar a las fuerzas naciones emergentes con Patriotas, Conservadores y Soberanistas, acabará por estrangularlos a ellos. Y mucho antes de que termine esta legislatura ahora comenzada.

El miércoles pasado el Partido Popular se escondió cuando se produjo la gallarda y muy eficaz reacción de patriotas, liderados por Vox, contra la despreciable ofensa a Venezuela que supuso la invitación y la presencia de Zapatero en el Parlamento Europeo. Zapatero tuvo que salir del Parlamento Europeo como un bellaco desalojado por la dignidad. Como Pedro Sánchez de Paiporta.

El PP está en pánico pero además en permanente zozobra con las contradicciones que amenazan con ahogarlo a diario. Quiere presentarse como el defensor en Europa de María Corina y Edmundo pero saben que el reconocimiento del presidente electo se lo debe la historia a los Patriotas, no a los socios del PP todos defensores del asesino Maduro. Y saben que ellos son socios de los socios del asesino Maduro y su banda narcotraficante.

Así las cosas, el martes próximo se celebra en Estrasburgo el acto de entrega del Premio Sajarov del Parlamento Europeo. Lo recibirán de manos de la presidente Roberta Metsola, el premiado Edmundo Gonzalez Urrutia y Ana Corina Sosa, la hija de la también premiada María Corina Machado. Su madre, Maria Corina, la artífice de la milagrosa campaña electoral y de la gran gesta de documentar la humillante derrota de la dictadura no puede acudir al Parlamento en Estrasburgo.

María Corina Machado no solo no puede salir de Venezuela desde hace casi una década por prohibición del régimen. Ha tenido que pasar a la clandestinidad por que la persigue para detenerla, quizás torturarla o incluso asesinarla el dictador Nicolás Maduro, hoy el mayor asesino y torturador de América y jefe de una inmensa organización de narcotráfico, secuestros, blanqueo y todo tipo de crimen organizado.

Pues a ese parlamento al que no puede llegar y acceder para recibir el premio si llegó, entró y celebró una mesa redonda sobre feminismo e igualdad con flamante invitación de la presidente Metsola, del Partido Popular, un socialista conocido como asesor principal, abogado defensor y protector de este asesino Maduro que detiene y mata a los asesores de María Corina. Cuestiones de relaciones exteriores con gobiernos criminales o no, inversiones en el exterior y operaciones Delcy varias. Hablamos del despreciable expresidente del Gobierno español por la gracia del 11M, gran traidor a España por sus acuerdos secretos con terroristas y separatistas y principal artífice del desmantelamiento institucional de España, José Luís Rodríguez Zapatero.

Es decir, la presidente del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, invita una semana antes de no poderle dar el Premio Sajarov a María Corina, al mayor cómplice del criminal represor que ha puesto precio a la cabeza de María Corina.

Roberta Metsola no si habrá dado cuenta de este esperpento suyo y no habrá perdido un minuto más en esa colosal ofensa del Parlamento Europeo a todos los venezolanos, ella que celebraba en Madrid ayer el Premio Forum Europa 2024. Dicen que por defensa de la UE. Desde luego no por la defensa de la Ley D´Hondt vigente en el Parlamento y violado de forma despreciable por su partido, el Popular, en complicidad con sus socios socialistas, los Verdes, los macronistas y comunistas.

Porque Metsola no solo parece no entender que no se puede invitar al cómplice de un dictador asesino nunca pero mucho menos una semana antes de querer honrar a la principal representante de las víctimas de esta dictadura asesina con el presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia. Metsola, como Nuñez Feijoo, como todos los populares, parecen creer que la política mundial y europea sigue igual que en los años noventa y que les basta con hacer sus intercambios e cromos con los socialistas para que «la vida siga igual». Nada va a seguir igual y los populares se dividirán entre quienes opten por participar en la reconquista de una nueva era de libertad y prosperidad en Occidente, en Europa y toda América, del sur del centro y del norte, y quienes se hundan con los socialistas en la subcultura del rencor y el fracaso.