Fundado en 1910
Un niño palestino rescata algunos objetos en medio de la devastación en el patio de una escuela, un día después de que esta fuera alcanzada por un ataque israelí, en el barrio de al-Tuffah, en la ciudad de Gaza,

Un niño rescata algunos objetos en medio de la devastación en el patio de una escuela, en el barrio de al-Tuffah, en la ciudad de GazaAFP

Al menos 33 muertos en un bombardeo israelí contra varias escuelas en Gaza mientras el Ejército amplía su control sobre el territorio

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, busca ahora dividir el sur de enclave para aislar las ciudades de Jan Yunis y Rafah

Israel sigue aplicando una política de tierra quemada sobre la franja de Gaza, bombardeando zonas ampliamente arrasadas. Este jueves, nuevos ataques aéreos israelíes contra tres escuelas en Ciudad de Gaza (norte) que albergaban a miles de desplazados, acabaron con la vida de al menos 33 palestinos, 18 de ellos niños y varias mujeres, y más de 100 resultaron heridos, según datos ofrecidos por la Defensa Civil gazatí. Hamás calificó los ataques contra el colegio Al-Arqam y otras dos escuelas en el barrio de Tuffah como una «masacre atroz. El Ejército israelí justificó la ofensiva, como ya viene siendo habitual, diciendo que su objetivo eran «destacados terroristas que se encontraban en un centro de mando y control en la zona de Ciudad de Gaza», sin dar más detalles.

Mientras tanto, sobre el sur del enclave, Israel está empleando la máxima de «Divide y vencerás». El ministro de Defensa hebreo, Israel Katz, anunció este miércoles que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ampliarán la ofensiva sobre el enclave para «limpiar la zona de terroristas» y «capturar un extenso territorio que se agregará a las áreas de seguridad» israelíes, sin llegar a especificar si se trata de una medida temporal o permanente. Horas después, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, despejó algunas dudas al proclamar que sus tropas estaban tomado el «corredor Morag».

«Anoche, en la franja de Gaza, cambiamos de marcha. Las FDI están tomando territorio, golpeando a los terroristas y destruyendo la infraestructura», aseveró Netanyahu en un vídeocomunicado. El mandatario explicó claramente la nueva estrategia de Israel en el enclave palestino: «Ahora estamos dividiendo la Franja y aumentando la presión paso a paso», zanjó. Para el primer ministro hebreo la presión militar es la única opción que tiene su Gobierno para obligar a Hamás a entregar los rehenes y advirtió de que «la presión aumentará hasta que lo hagan».

Netanyahu señaló que el «corredor Morag» será un «segundo Corredor Filadelfia» –una franja de 14 kilómetros de tierra que separa el sur de Gaza de Egipto– que Israel controla prácticamente desde el inicio de la guerra en Gaza, hace ya más de 18 meses. De hecho, para el primer ministro hebreo la retirada del Ejército de esta posición ha sido siempre una línea roja. La segunda fase del acuerdo de alto el fuego, que entró en vigor el pasado 19 de enero, contemplaba la retirada paulatina de los soldados israelíes del Corredor Filadelfia.

Sin embargo, el pasado 18 de marzo, Israel rompió la frágil tregua bombardeando Gaza y matando a más de 400 gazatíes en un solo día. La división de la Franja no es una técnica novedosa. Las FDI ya partieron el enclave palestino en dos durante la contienda con la construcción del corredor Netzarim, que divide a Gaza en norte y sur. Ahora, con la creación de este nuevo corredor y cuyo nombre hace referencia a la antigua colonia judía de Morag, desmantelada en 2005 cuando el Ejército israelí se retiró unilateralmente de Gaza, Israel busca partir el sur del enclave en dos y hacerse con el control de más territorio.

El portavoz militar israelí, Nadav Shoshani, en un encuentro con periodistas, explicó que el corredor Morag tiene como objetivo «romper» el vínculo entre dos «bastiones» de Hamás, las ciudades de Rafah y Jan Yunis. Precisamente, este lunes, Israel ordenó una nueva evacuación masiva de Rafah y ha ido intensificando sus ataques contra estas dos urbes del sur de la Franja. Desde que el Ejército hebreo reanudó su campaña militar contra el enclave, más de 1.100 personas han perdido la vida. Además, el Gobierno de Netanyahu ha bloqueado la entrada de toda la ayuda humanitaria, condenando a los gazatíes a una crisis humanitaria sin precedentes.

Ante la precaria situación de la Franja, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) se ha visto obligado a cerrar todas sus panaderías por la falta de harina. Asimismo, la coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras en Gaza, Myriam Laaroussi, acusó a las autoridades israelíes de «condenar a la población de Gaza a un sufrimiento insoportable». «Esta forma deliberada de hacer daño condena a miles de personas a tener que sufrir una muerte lenta; el asedio debe terminar inmediatamente», exigió. En Israel, los familiares de los rehenes tampoco aprueban la decisión de Netanyahu de retomar los ataques y le exigen que llegue a un acuerdo con Hamás para conseguir la liberación de los 59 secuestrados.

«En lugar de garantizar la liberación de los rehenes mediante un acuerdo y poner fin a la guerra, el Gobierno israelí está enviando más soldados a Gaza para luchar en las mismas zonas donde ya se han librado batallas en repetidas ocasiones», denunció este miércoles el Foro de Familias de los Rehenes, que representa a la mayoría de las familias de los cautivos. Las conversaciones para conseguir poner fin a la guerra en la Franja entre Israel y Hamás se encuentran en punto muerto. Los países mediadores, Egipto, Qatar y Estados Unidos, solo han recibido objeciones a las últimas propuestas que buscaban, al menos, desencallar las negociaciones.

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas