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Soldados ucrananianos, en el frente de guerra

Soldados ucrananianos, en el frente de guerraMykyta Shandyba | @DefenceU

Zelenski no se rinde y sus tropas avanzan por la región rusa de Bélgorod

El presidente de Ucrania afirma que esta nueva operación busca desviar a las fuerzas rusas que atacan las regiones ucranianas de Sumi y Járkov y «aliviar la presión» sobre otras partes de la línea del frente

La invasión rusa de Ucrania ha vuelto a dar un giro sorprendente con la presencia de tropas ucranianas en la región rusa de Bélgorod. Hacía semanas que circulaban rumores sobre que el Ejército de Kiev había conseguido romper las barreras defensivas rusas y entrar nuevamente en su territorio, pero finalmente la confirmación oficial de esta nueva ofensiva la ofreció este lunes el propio presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Durante su discurso diario, Zelenski admitió la presencia de soldados ucranianos en la región de Bélgorod, además de Kursk.

«En la región de Bélgorod se mantienen las operaciones activas de estos últimos días, a cargo del 225º Regimiento de Asalto. ¡Bien hecho, chicos! ¡Estoy orgulloso de todos y cada uno de los que luchan por Ucrania! Es absolutamente necesario apoyar a nuestras Fuerzas de Defensa y Seguridad, nuestra producción de armas y nuestro Estado. Sólo una Ucrania que tenga fuerza tendrá siempre libertad», señaló el mandatario ucraniano. Esta región fronteriza rusa ha sido objetivo constante de ataques aéreos, pero este pasado mes de marzo, las tropas de Kiev han dado un paso más al poner sus botas en un nuevo territorio enemigo.

Se trata de la primera vez que Zelenski hace referencia directa a la presencia ucraniana en Bélgorod, a pesar de que Moscú ya denunció incursiones el pasado mes de marzo. Según el canal militar DeepState, considerado cercano al Ejército ucraniano, las tropas ucranianas han conseguido ocupar una zona de 13 kilómetros cuadrados en la región rusa, cerca del pueblo fronterizo de Demidovka. El presidente, así como altos cargos del Ejecutivo ucraniano, defienden que la incursión de Kursk –lanzada en agosto de 2024–, así como ahora la de Bélgorod se enmarcan en los esfuerzos ucranianos por desviar a las fuerzas rusas que atacan las regiones ucranianas de Sumi y Járkov y «aliviar la presión» sobre otras partes de la vasta línea del frente, en particular en la región oriental de Donetsk.

El avance ucraniano en Bélgorod también ha sido confirmado por el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), un prestigioso think tank con sede en Estados Unidos, que ya el pasado 21 de marzo publicó que las fuerzas de Kiev habían avanzado hacia este territorio fronterizo ruso. En su última actualización del 7 de abril sobre la situación en el campo de batalla, el ISW informa de que los combates entre ambos Ejércitos continúan cerca de los pueblos rusos de Popovka y Demidovka. Por el momento, la operación ucraniana en Bélgorod es mucho menor a la ejecutada el pasado verano en Kursk, donde llegaron a controlar más de 1.300 kilómetros cuadrados, incluida la ciudad de Sudzha.

A pesar de que se trata de una ofensiva menor, una vez más, Ucrania pone en evidencia la capacidad rusa de defender sus propias fronteras. Además, el avance ucraniano se enmarca en un momento en el que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere acelerar las negociaciones para poner fin a la guerra a toda costa. Kiev tiene una carta más que añadir a su mano, junto con Kursk que podría intercambiar por territorios ucranianos ocupados por Rusia. Sin embargo, el Kremlin ya advirtió de que no estaba dispuesto a ceder lo que tantas vidas y recursos le ha costado conquistar durante estos más de tres años de invasión.

A pesar de que en un principio Trump mostró mayor sintonía con su homólogo ruso, Vladimir Putin, que con su supuesto aliado Zelenski, el republicano está empezando a perder la paciencia con el ruso. Putin no ha hecho más que dar largas al mandatario estadounidense y ha evitado comprometerse a aceptar un alto el fuego en Ucrania. En los últimos días, el republicano ha amenazado con imponer nuevas sanciones a Rusia y, este lunes, admitió su frustración con Moscú. «No estoy contento con lo que sucede» en Ucrania, confesó a varios periodistas en la Casa Blanca. Los rusos «bombardean como locos en este momento», declaró Trump, aunque insistió en que ambas partes están «más o menos cerca» de un acuerdo.

Esta semana se espera que una delegación ucraniana llegue a Estados Unidos para negociar un nuevo acuerdo para la explotación de minerales y que tendría que haberse firmado ya el pasado mes de febrero. El pacto saltó por los aires cuando Trump, azuzado por su vicepresidente J.D. Vance, abroncó de manera pública a Zelenski en el Despacho Oval. El ucraniano se vio obligado a salir por la puerta de atrás de la Casa Blanca y el acuerdo se quedó sin firmar. Desde entonces, han circulado nuevas versiones sobre el trato para la explotación de tierras raras ucranianas, a cada cual más beneficioso para Estados Unidos.

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