
Trump exhibe fuerza política tras cumplir 100 días en el poder con una defensa al obrero y un ataque a los jueces
Trump exhibe fuerza política tras cumplir 100 días en el poder y ataca a los jueces: «Quieren destruir nuestra nación»
El presidente celebra sus primeros 100 días de mandato con un acto en el condado de Macomb, donde arremetió contra jueces, promovió su agenda fiscal y elogió su política comercial en defensa de la industria automotriz
Trump en la Casa Blanca: (agitados) primeros 100 días
En un acto simbólico y cuidadosamente escogido, Donald Trump conmemoró sus primeros 100 días tras regresar a la presidencia de Estados Unidos con un multitudinario mitin en Macomb, Míchigan. El estado, considerado clave en su estrategia política y económica, volvió a servir de escenario para uno de sus discursos más encendidos, en el que apeló directamente al votante industrial, tradicionalmente demócrata, que le ha dado la espalda a ese partido en las últimas elecciones presidenciales.
El evento, celebrado en un recinto modesto dentro de un condado de clase trabajadora, reunió a cerca de 2.000 simpatizantes. Trump se presentó acompañado por un centenar de trabajadores del sector automotriz, a los que situó tras de sí como telón de fondo para un discurso plagado de mensajes nacionalistas y promesas de transformación. «Durante años, los políticos destruyeron Detroit mientras beneficiaban a Pekín. Pero ahora tienen a un auténtico defensor en la Casa Blanca», proclamó, antes de cerrar su introducción con un «¡Están despedidos!», rememorando su frase célebre del programa televisivo The Apprentice.
Desde el inicio de su intervención, el mandatario reiteró que su nuevo mandato representa una ruptura con el pasado reciente en Washington. Aseguró que su Gobierno está llevando a cabo «el mayor cambio estructural en casi un siglo» y subrayó que su principal objetivo es «salvar el sueño americano». Para Trump, el rumbo de Estados Unidos está volviendo a alinearse con los intereses de su población trabajadora, especialmente en sectores golpeados por la deslocalización industrial y la competencia exterior.
Míchigan, estado que Trump ha convertido en un emblema personal desde su sorprendente victoria de 2016, volvió a ser exaltado como epicentro del «rescate económico» que su administración dice estar liderando. En esa línea, el presidente aprovechó la ocasión para anunciar un acuerdo provisional con grandes compañías automotrices que suavizará la carga impositiva sobre el sector durante los próximos dos años. Aunque su política arancelaria ha sido cuestionada a nivel internacional, Trump insistió en que estas medidas buscan proteger la industria local frente a potencias como China.

El evento, celebrado en un recinto modesto dentro de un condado de clase trabajadora, reunió a cerca de 2.000 simpatizantes
Ataque a los jueces
A lo largo de los más de 90 minutos que duró su discurso, el presidente se mostró combativo y reafirmó su intención de endurecer aún más las medidas migratorias. Arremetió contra el poder judicial, al que acusó de obstaculizar su agenda, especialmente en lo relativo a la seguridad fronteriza. «Son jueces de izquierda radical que quieren destruir nuestra nación», afirmó, aludiendo también a la reciente activación de la ley de Enemigos Extranjeros para deportar a ciudadanos venezolanos sin juicio previo, medida que ha generado una fuerte polémica.
El mandatario también se refirió a su plan de reformas fiscales, asegurando que impulsará lo que llamó «la gran y hermosa ley», que contemplará reducciones históricas de impuestos. Entre las medidas destacadas mencionó la eliminación de impuestos sobre propinas, la seguridad social y las horas extraordinarias. «Será la ley tributaria más importante de nuestra historia», enfatizó, generando una ovación entre sus seguidores.
Por último, Trump volvió a criticar al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, por no reducir los tipos de interés, y se burló de los esfuerzos de algunos congresistas demócratas que buscan abrir procesos de destitución en su contra. En un gesto revelador, reafirmó que su gobierno solo reconoce dos géneros: masculino y femenino, reafirmando así una postura que ha generado un amplio rechazo en sectores progresistas del país.
Este mitin en Míchigan, más allá de su carga simbólica, representa un intento deliberado de Trump por consolidar su apoyo entre los votantes industriales y al mismo tiempo proyectar una imagen de liderazgo firme frente a un contexto político cada vez más polarizado.