
El presidente ruso, Vladimir Putin
Putin propone «negociaciones directas» con Ucrania el próximo 15 de mayo para «eliminar las causas originales del conflicto»
El presidente ruso —que no descarta alargar el alto al fuego de tres días— no ha hecho referencia directamente a la propuesta de tregua de 30 días lanzada por los líderes europeos
«Estamos decididos a negociaciones serias con Ucrania. Su sentido radica en eliminar las causas originales del conflicto, lograr una paz duradera y sólida a largo plazo», declaraba el presidente ruso, Vladimir Putin. Con estas palabras, instaba a conversar el próximo 15 de mayo en Estambul después de más de tres años de guerra.
En una comparecencia en el Kremlin retransmitida en televisión, además de no descartar alargar el alto el fuego de tres días del pasado 7 de mayo —supeditado a al proceder de Kiev— ha declarado su intención de «reanudar las negociaciones directas». «Insisto, sin ninguna condición previa. Comenzarlas sin dilación (…) donde se celebraron las negociaciones y donde se interrumpieron», decía.
«Nuestra propuesta, como se suele decir, está sobre la mesa. La decisión depende ahora de las autoridades ucranianas y de sus patrocinadores», proseguía, acusándolos de «continuar la guerra con Rusia por medio de los nacionalistas ucranianos».
Sin embargo, las diferencias en las exigencias hacen creer que las posturas son irreconciliables debido a que Moscú reclama el reconocimiento de los territorios anexionados, entre los que se incluye la península de Crimea. El vicepresidente estadounidense, JD Vance, afirmó que Rusia pedía «demasiado» debido a que su ejército no controla por completo Donbás, ni las regiones de Jersón y Zaporiyia.«Severas sanciones» de EE.UU. y Europa
Las declaraciones del presidente ruso llegan horas después de que varios líderes europeos —Reino Unido, Francia, Alemania y Polonia— le reclamaran la aceptación de un armisticio durante 30 días para sentarse a discutir el final del conflicto. Este pedido, también lanzado por Donald Trump, contó con el respaldo del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
La Coalición de Voluntarios, que mantuvo una conversación telefónica «fructífera» con el mandatario republicano, anunció su «pleno apoyo a la propuesta de un alto el fuego incondicional de 30 días». Asimismo, advirtió que, de no respetarse, aumentarían «la presión sobre Rusia», a través de «nuevas severas sanciones» coordinadas junto con EE.UU. y el G7.
El presidente ruso desmentía haberse «negado nunca a dialogar con la parte ucraniana». Igualmente, se ha mostrado «optimista», afirmando que las relaciones con el resto de Europa se restablecerán «tarde o temprano». «Incluyendo a aquellos que aún hoy no abandonan la retórica antirrusa y sus acciones claramente agresivas contra nosotros, y que siguen intentando, como vemos ahora mismo, hablarnos, en esencia, de forma grosera y con la ayuda de ultimátums», proseguía.
Moscú acusa a Kiev de violar su tregua
Igualmente, Putin ha adelantado que contactará con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, como facilitador de la cita. «Espero que confirme su deseo de contribuir a lograr la paz en Ucrania».
Añadía que se trataba del «primer paso para una paz duradera y firme» y no para continuar el conflicto «tras el rearme y una nueva movilización del Ejército ucraniano».
De esta forma, Putin reiteraba su acusación a Kiev de «haber saboteado una y otra vez las iniciativas» presentadas por Moscú para una tregua. Según el Ministerio de Defensa ruso, el ejército ucraniano violó el alto el fuego unilateral anunciada por el Kremlin cometiendo «9.318 infracciones».
«Ahora tienen lugar acciones militares, una guerra, y nosotros proponemos reanudar las negociaciones interrumpidas no por nosotros. ¿Qué hay de malo en ello? Aquellos que, realmente, quieren la paz no pueden no apoyarlo», continuaba.
Según el mandatario ruso, el ejército ucraniano trató de penetrar en su territorio en Kursk y Bélgorod hasta en cinco ocasiones en los últimos días y que, antes del inicio de la tregua por el aniversario del Día de la Victoria, Kiev lanzó una ofensiva con 524 drones, desencadenando el caos en los aeropuertos.