
Protestas a favor de Palestina en Londres
Demonización y señalamiento público a los líderes de la principal asociación judía europea en Bruselas
Los señalamientos antisemitas, como no se recordaban desde tiempos muy oscuros, regresan a Europa. Uno de los más recientes, precisamente, se produjo en su corazón: Bruselas. La pasada semana, la capital belga apareció empapelada con carteles que mostraban fotos junto a nombres de líderes y miembros del equipo de la Asociación Judía Europea (EJA, por sus siglas en inglés), la de mayor envergadura del continente, acusados de «hacer lobby por el genocidio».
Los carteles fueron pegados en distintos puntos de la ciudad, como paradas de autobús o tranvía, y a escasos metros de las principales instituciones de la Unión Europea. En ellos se identificaba, con nombre y apellido junto a fotografías en blanco y negro, al presidente de la EJA, el rabino Menachem Margolin; al vicepresidente, Alex Benjamin; y a la directora de relaciones con la UE, Ruth Isaac. Aunque no fueron los únicos cuyos rostros aparecían junto a sus identidades. Sobre estas imágenes rezaba la frase: «Lobbyists for Genocide» (lobistas del genocidio).
En un comunicado, la EJA denunció lo ocurrido, que consideró parte de una campaña «meticulosamente orquestada cuyo objetivo es deslegitimar a la comunidad judía de Europa, mancharla con una grave culpa moral y convertirla en un blanco fácil para ataques tanto políticos como físicos».
Su dirigente, el rabino Margolin, advirtió que «cuando tu foto se exhibe por toda la capital de Europa bajo la etiqueta de 'genocida', no se te está criticando: se te está amenazando, demonizando y marcando. Esto no es un debate, es una persecución peligrosa. Es un eco estremecedor de los capítulos más oscuros de los que Europa afirma haber aprendido».La Asociación Judía Europea ha pedido que se abra una investigación penal para identificar a los responsables, y una condena pública y clara por parte del Gobierno belga y de las instituciones europeas. Además, exigió un refuerzo significativo de la seguridad, tanto para los dirigentes señalados como para las comunidades judías del continente.

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Y es que este caso no ha sido, ni mucho menos, una acción aislada. En menos de una semana, a Bruselas se le ha sumado Melilla, donde los señalamientos a comercios judíos representan otro ejemplo de hostigamiento antisemita sin precedentes recientes en Europa.
Melilla, nuevo foco de señalamientos contra comercios judíos
La ciudad autónoma española ha vuelto a ser escenario de un nuevo llamamiento al boicot a comercios judíos, pero esta vez auspiciado por una organización que publicó una lista de comercios regentados por judíos, a los que tildó de «sionistas».
En una página de Facebook, la organización identificada como Denuncias Ciudadanas Democráticas de Melilla y España en Pro de los DD. HH. exhortó al boicot de más de una veintena de comercios de propiedad judía, esta vez con la excusa de que son «sionistas» y colaboran con un supuesto «genocidio en Gaza».
«Las familias sionistas de Melilla colaboran muy estrechamente con el GENOCIDIO EN GAZA, mucho más de lo que creéis», se lee en una de las publicaciones, compartida desde un grupo cerrado al que solo se accede tras solicitud y aprobación. La entrada va acompañada de una lista con más de veinte comercios, ya difundida en el pasado pero ahora republicada con una nueva cabecera. Sus promotores actúan, en su mayoría, con pseudónimos.
El mensaje llama abiertamente al boicot comercial: «No colaborar con los que apoyan el genocidio y el terrorismo de Israel en Melilla», indica el texto al aludir a la comunidad judía.

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El boicot, en estos términos, puede considerarse ilegal según la legislación vigente en España. Por otra parte, el empleo del término «sionista» trata de sortear cualquier acusación de antisemitismo, pese a que la Declaración de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA, por sus siglas en inglés), de la que España es firmante, así lo considera.
La asociación Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM) denunció este jueves en su cuenta de X que «ha comenzado oficialmente la persecución y caza de judíos en España, amparada y promovida desde el gobierno de @sanchezcastejon: grupos islamistas publican listas de seguimiento a negocios y familias judías melillenses». «No israelíes, no simpatizantes de Israel; directamente, JUDÍOS», puntualizó ACOM.
Un integrante de la comunidad judía de Melilla explicó a El Debate que la semana pasada hicieron una pintada a un comercio de propiedad judía con la leyenda «Free Palestine» (Palestina Libre).
Interpelado acerca de si los judíos se sienten atemorizados por los señalamientos, la fuente contestó: «No es miedo, es incomodidad por la inacción de la comunidad, de la ciudad autónoma y, por supuesto, de la Delegación del Gobierno».
Universidad en Países Bajos: boicot a una conferencia judía
Un tercer incidente tuvo lugar en la Universidad Radboud, en la ciudad neerlandesa de Nimega. El pasado 27 de mayo, un activista pro-palestino interrumpió a gritos una conferencia impartida por el español Juan Caldes Rodríguez, representante de la Asociación Judía Europea. A pesar del despliegue de seguridad, el individuo —que ingresó al recinto en monopatín— gritó repetidamente consignas como «Free Palestine» y «Todos los sionistas son racistas», hasta que fue retirado del lugar por la Policía.

Decenas de personas durante una manifestación por Palestina
La conferencia, que contó con una veintena de asistentes, pudo continuar tras el incidente. Según la organizadora del evento, Seljan Yaghmurova, voluntaria de la ONG StandWithUs, se habían implementado medidas de seguridad excepcionales: controles de identidad, lista previa de inscritos, verificación por correo y custodia policial en el recinto.
Antes del evento, un profesor universitario había instado públicamente a cancelarlo con el argumento de que se trataba de «propaganda genocida». Al respecto, Yaghmurova respondió: «Yo también quiero un fin al conflicto. Me parece muy importante escuchar también la mirada judía. No me parece bien escuchar todo solo desde un lado».
Este tipo de incidentes, que apuntan directamente a individuos, instituciones o comercios judíos, reflejan un clima creciente de hostilidad y amenazas antijudías.
Un informe elaborado por el Ministerio de la Diáspora y Combate contra el Antisemitismo de Israel, basado en inteligencia de fuentes abiertas, alertó a finales de 2024 del avance exponencial del antisemitismo en Europa, después de que comunidades locales revelaran que las agresiones antisemitas ascendieron hasta un 400 %.
Entre los principales motores detrás de esta tendencia, el informe mencionó a activistas pro-palestinos —incluidos políticos, grupos e influencers—, que han intensificado su actividad tras el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023 y la consiguiente guerra en Gaza.