Boric abre los brazos a Sánchez, Lula y Petro en la cumbre «progresista» más inoportuna para Chile
La propuesta de Chile difícilmente puede agradar a Trump que, desde el norte, observa cómo le desafía la alianza del «zurderío» iberoamericano en una reunión que, dadas las fechas, parece más una provocación
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el presidente de la República de Chile, Gabriel Boric, se saludan a su llegada al Palacio de la Moneda, el 8 de marzo de 2024
Cuando los gobiernos se tuercen son como los árboles, cuesta mucho enderezarlos y cuando la suerte, después de haber estado años de tu lado, te da la espalda, difícilmente podrás recuperarla cuando más la necesites. Algo así es lo que le está pasando al presidente de Chile y naturalmente, al del Gobierno de España.
Gabriel Boric se rodea hoy de los dos únicos líderes que están abiertamente enfrentados al hombre más poderoso del planeta que no es otro que Donald Trump. Se trata de Pedro Sánchez y Luiz Inacio Lula Da Silva, aunque Gustavo Petro, el tercero en discordia en esta reunión bautizada «Democracia siempre» tampoco es alguien por el que el presidente de Estados Unidos tenga simpatía.
La cumbre de «progresistas», como se autodenominan, alza el telón hoy en Santiago y no puede ser más inoportuna para los intereses del anfitrión. Los invitados estelares son los mencionados más Yamandú Orsi, el presidente de Uruguay que, como todos sus antecesores sin importar ideología, mantiene relaciones correctas con el poderoso vecino del norte.
El cobre y los aranceles
¿Por qué es un error esta convocatoria? La respuesta es sencilla. Chile, como el resto del mundo, está en pleno proceso de negociación de aranceles con Estados Unidos, país al que dirige el 16 % de sus exportaciones, principalmente cobre y derivados.
Para Chile el 50 % de impuestos anunciados por Trump para el cobre, que supuestamente entraría en vigor en agosto, le supondría un roto en sus finanzas que trata de coser antes con reuniones bilaterales de alto nivel, mano izquierda (en sentido diplomático) y ofreciendo algo a cambio a Trump que no rebaja impuestos al exterior por nada.
En ese contexto, la propuesta de la Cumbre de Boric difícilmente puede agradar a Trump que, desde el norte, observa como se fortalece o le desafía la alianza del «zurderío» iberoamericano en una reunión que, dadas las fechas, parece más una provocación que la reunión de amigos caídos en desgracia que se prometen cambiar el mundo y que la tierra gire a la izquierda en lugar de, como el agua del grifo en el norte, a la derecha.
Dicho esto, la versión oficial del Palacio de la Moneda es que su objetivo apunta a «avanzar en un posicionamiento compartido en favor del multilateralismo, la democracia y la cooperación global basada en la justicia social.»
El pulso de Lula y Trump
Lula y Trump protagonizan estos días un cruce de mensajes de alto voltaje que no parece que vaya a tener fin hasta que el expresidente Jair Bolsonaro no termine sin tobillera electrónica y libre de las acusaciones de golpismo por las que están siendo juzgado.
El presidente de Estados Unidos le ha exigido al gobierno de Brasilia que termine con la «caza de brujas» contra su «amigo». Trump lo ha dejado por escrito y ha castigado a Brasil con unos aranceles del 50 %, un varapalo tremendo para la principal economía de Sudamérica. Por si eso fuera poco, ha retirado los visados para entrar en Estados Unidos a los jueces del Supremo (y a sus familiares directos) que condenaron y ahora vuelven a investigar al ex presidente brasileño.
Las consecuencias para Brasil de esa «enemistad» entre el líder del PT, que también tuvo su escala entre rejas, en su caso por corrupto, son dolorosas
Las consecuencias para Brasil de esa «enemistad» entre el viejo sindicalista y líder del PT (Partido de los Trabajadores), que también tuvo su escala entre rejas, en su caso por corrupto, están siendo dolorosas. Aunque, a Lula, a título particular, le han venido de maravilla.
El rechazo que produce la figura de Donald Trump en Brasil es superior al de Lula y éste, ahora, vive unos días de gloria con un repunte de popularidad imprevisto que ha frenado lo que amenazaba con ser una caída libre. Los brasileños, como todos los países del continente americano son, por encima de todo, nacionalistas.
Pedro Sánchez, un caso
Lo de Pedro Sánchez es otra historia, la telaraña de corrupción en la que se enreda el presidente del Gobierno ya es conocida de Bruselas a Washington pasando por todos los países de Europa, América, África, Oceanía y Asía (China con todo detalle).
Sánchez desafió a EE. UU. en la OTAN y provocó la reacción de Trump que amenazó con duplicar los aranceles a España
Estas debilidades no tendrían gran trascendencia en el exterior si no fuera porque Sánchez desafió a Estados Unidos en la OTAN y provocó la reacción de Trump que amenazó con duplicar los aranceles a España. Aunque la negociación sea en bloque con la UE siempre hay mecanismos o mañas.
Para colmo, el líder socialista que decidió atornillarse a la butaca de la Moncloa, va a visitar a Xi Jinping demasiadas veces y contrata a Huawei para que controle las escuchas telefónicas judiciales. Es decir, le sirve el espionaje en bandeja lo que ha provocado que Washington bloquee el acceso a información de inteligencia y sensible a España, pese a ser miembro de la Alianza Atlántica.
El presidente de Colombia comparó a Trump con Hitler
Lo de Gustavo Petro se refleja en una secuencia de acontecimientos. El presidente de Colombia comparó a Trump con Hitler, se negó a recibir dos aviones con deportados colombianos por ir esposados, –aunque terminó aceptando a los emigrantes–, marca diferencias con la política de lucha contra el narcotráfico, acusó a Washington de estar detrás de un intento de golpe de Estado y señaló a Marcos Rubio que, posteriormente, advirtió de la responsabilidad de Petro en el intento de asesinato del senador Miguel Uribe...
Tuit de Marco Rubio
El presidente de Colombia, salvo en el tema del narcotráfico, siempre rectificó y hasta se disculpó por carta, enviada a Donald Trump, con el secretario de Estado, pero resulta evidente que él con Estados Unidos nunca tendrá una buena relación.
En resumen, Gabriel Boric, que tendrá sucesor en las elecciones de noviembre, no parece que haya estado muy acertado al montar la «Cumbre progresista» con estos tres personajes.