La viceprimer ministra británica, la laborista Angela Rayner, junto al primer ministro Keir Starmer
La número dos de Starmer admite que no pagó todos los impuestos que debía al comprar una vivienda
Angela Rayner, encargada de impulsar la construcción de viviendas en el Reino Unido, se había ahorrado 40.000 libras (46.000 euros) durante la compra de un piso en la localidad inglesa de Hove
La viceprimer ministra británica, la laborista Angela Rayner, se encuentra en el ojo del huracán por sus chanchullos fiscales durante la compra de una vivienda. La propia Rayner se vio obligada a reconocer este miércoles que, como se venía publicando en la prensa británica, no pagó suficientes impuestos al adquirir una segunda propiedad.
La política, figura clave en el Gobierno de Keir Starmer y encargada de impulsar la construcción de viviendas en el Reino Unido, confesó a la cadena Sky News que se ha puesto en contacto con el organismo que vela por el comportamiento de los ministros para que evalúe su conducta como miembro del Gobierno.
Según explicó, recibió asesoramiento fiscal incorrecto y consideró presentar la dimisión después de las continuas críticas de los partidos de la oposición por la compra de un piso en la localidad inglesa de Hove, considerada una segunda vivienda.
Rayner ha insistido en que, en ningún momento, buscó evadir impuestos y que la controversia ha sido muy difícil para su familia.
«Me basé en el asesoramiento legal que recibí, que indicaba que debía pagar el impuesto de timbre estándar. Posteriormente, y con todos los informes de los medios, consulté con un experto en todos mis asuntos para asegurarme de que todo se hiciera correctamente y dicho experto dictaminó que el asesoramiento que recibí fue inexacto», apuntó.
«En cuanto supe que ese era el caso, alerté y me puse en contacto con el asesor independiente sobre el código ministerial para asegurarme de que pudieran analizar con transparencia lo sucedido», agregó.
«También contacté a Hacienda para comunicarle que debo impuestos sobre ese asunto y que estoy dispuesta a pagarlos», insistió.
Según los medios, Rayner se había ahorrado 40.000 libras (46.000 euros) en impuestos de timbre del piso en Hove, por el que pagó 800.000 libras (920.000 euros), porque dijo a las autoridades fiscales que era su primera vivienda, cuando en realidad no lo era y debía pagar un impuesto más alto.