La Flotilla, a punto de ser interceptada
La Flotilla denuncia un cerco de Israel y la presencia de más de 20 buques no identificados
La flotilla, integrada por más de 40 barcos y más de 500 voluntarios de distintas nacionalidades, navega a unas 80 millas del enclave palestino
La travesía de la Flotilla de la Libertad hacia Gaza se aproxima a su fase final. Los organizadores de la misión humanitaria informan de que han detectado en sus radares más de veinte buques militares «no identificados» a apenas tres millas náuticas de distancia. «Esto podría indicar un posible bloqueo naval. Pero que quede claro: no nos dejaremos intimidar por amenazas, acoso ni por los esfuerzos para proteger el asedio ilegal de Israel a Gaza», advirtieron en un comunicado difundido a través de su canal de Telegram.
La flotilla, integrada por más de 40 barcos y más de 500 voluntarios de distintas nacionalidades, navega a unas 80 millas del enclave palestino tras superar la zona de exclusión declarada por Israel en 120 millas náuticas. En el buque Alma, considerado la nave principal de la misión, se ha escuchado un aviso por megafonía instando a la tripulación a «prepararse para la intercepción», y los pasajeros se sentaron en la popa con los chalecos salvavidas puestos.
La activista Greta Thunberg ha publicado un vídeo a bordo del barco Alma antes de su posible intercepción por parte de la Armada israelí, avisando de que hacerlo «constituiría una flagrante violación del derecho humanitario y de la ley del mar». En el vídeo aparece con el chaleco salvavidas puesto e iluminada con una luz roja, afirmando: «Es probable que seamos interceptados esta noche por Israel. Israel no es inmune al derecho internacional; debe rendir cuentas por sus crímenes de guerra. Hay que detener el genocidio, detener la oposición y liberar a Palestina», añade la activista en el vídeo
En otro vídeo se muestra a los organizadores haciendo llamadas por el canal de emergencias marítimas al grupo de buques que tienen cerca, anunciando que «la Fotilla no tiene intención de causar ningún daño».
Mientras tanto, el Gobierno español ha reconocido que el buque de guerra Furor, que acompaña a la expedición, se encuentra preparado para participar en operaciones de rescate, aunque evitó adentrarse en la zona de exclusión alegando riesgos para la integridad de la misión y de su propia tripulación. Desde Moncloa, el Ejecutivo reiteró que había pedido «encarecidamente» a los organizadores que no entraran en un área que consideran de alto peligro.
Israel, por su parte, sostiene que tiene derecho a interceptar este tipo de barcos en virtud de una zona de exclusión impuesta frente a Gaza por razones de seguridad, si bien los activistas han recalcado que no puede actuar en aguas internacionales o que quedarían bajo jurisdicción palestina.