Uno de cada dos alemanes tiene miedo a otra guerra: motivos, fantasmas y razones que lo explican
Los alemanes temen cada vez más la posibilidad de que su país pueda entrar en guerra. Las tensiones con Rusia o la incertidumbre que supone Donald Trump en un agitado contexto internacional alimentan esos miedos
«No estamos en guerra, pero ya no estamos tampoco completamente en paz», dijo el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, a finales de septiembre. «Estamos siendo atacados, de forma híbrida, con campañas de desinformación y ahora también con incursiones de drones», denunció entonces. El ministro ha venido defendiendo un rearme y, también, la vuelta del servicio militar obligatorio en Alemania.
«Debemos estar preparados para la guerra en 2029», dijo en junio tras una sesión de control en el Bundestag. La cita, cortada ahí, puede dar lugar a malentendidos. «Debemos actuar como elemento disuasorio para evitar que ocurra lo peor», añadió en realidad. No eran sólo palabras: el presupuesto de su Ministerio para 2026 ha subido casi un 33 %, hasta los 82.687 millones de euros. Pero, ¿y la gente? ¿Cree posible que su país entre en guerra?
Febrero de 2022, un punto de inflexión
Los alemanes son poco proclives a hablar de sus temores, aunque sí lo hacen entre amigos. «Creo que la mitad de la gente tiene miedo a una guerra», nos dice Selo, que se presta a hablar del tema. «Yo también lo tengo, y diría que muchos de mis amigos también». Cuando empezó la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 esos miedos se dispararon. La preocupación era palpable. Pocos pensaban que Ucrania pudiera aguantar el embate del Ejército ruso y, en ese momento, tampoco nadie sabía dónde tenía pensado detenerse. ¿Podría la guerra llegar a Alemania?
El miedo era palpable. Las conversaciones en torno a hacia qué país huir eran habituales entre los inmigrantes. Y el temor entre los alemanes a una posible guerra, crecía. Y ahora es incluso mayor, admite este alemán de origen turco de sesenta años. «Pero no sólo por Ucrania, sino también por Israel y Palestina y, por supuesto, también por Putin y Trump, que están todos locos», se suelta. Son, no obstante, unos temores ampliamente compartidos... Aunque no por todos.
«No tengo mucho miedo de Rusia», nos dice Thomas. «De momento me preocupa más que el alto el fuego en Israel no vaya a mantenerse mucho tiempo», añade. Este economista alemán especializado en energía tiene más temor a la suspensión del freno de deuda y al aumento del gasto público que supone el rearme que a la posibilidad, para él lejana, de que Alemania pueda entrar en una guerra. Ambas opiniones están bien recogidas por las encuestas.
«Los miedos de los alemanes 2025»
La de referencia en este tema, aunque no la única, es la que desde hace 34 años hace la aseguradora R+V bajo el título «Los miedos de los alemanes». Según la última, publicada en septiembre, un 41 % de los encuestados teme que Alemania se vea involucrada en una guerra. «El miedo a una guerra con participación alemana nunca se había mantenido en un nivel tan alto durante tanto tiempo», explica Christina Orgnon, una de las portavoces de la aseguradora, a El Debate.
«Sólo ha sido significativamente mayor en dos ocasiones: en 1999, se disparó al 60 % cuando Alemania participó en la misión de la OTAN en Kosovo, el primer despliegue militar de soldados alemanes desde la Segunda Guerra Mundial», recuerda. La segunda vez fue con la misión de la Bundeswehr en Afganistán entre 2015 y 2017, en la que, al igual que en Kosovo, volvió a haber bajas entre los soldados alemanes. «En 2016, el miedo ascendió al 54 %», detalla.
Sin embargo, el miedo a una guerra en Alemania no es la principal preocupación de los alemanes, según este estudio, sino el aumento del coste de la vida, los problemas de la inmigración o el acceso a la vivienda. El miedo a la guerra estaría en novena posición y sólo sería la preocupación principal para el grupo de edad más joven (encuestados de 14 a 19 años). La catedrática Isabelle Borucki, asesora del estudio, lo explica así: «La gente se enfrenta constantemente a crisis ante las que se sienten impotentes y los alemanes se han acostumbrado a esta situación, están cansados de tanta crisis». Aunque considera que no es que se despreocupen, simplemente se centran más en su propia situación financiera.
Además, hay diferencias significativas no sólo por edad, sino también por género y procedencia: el miedo es mayor entre las mujeres y en la Alemania del Este.
Uno de cada dos alemanes, la mitad de la población, tiene miedo a una guerraAutor de «A qué temen los alemanes»
El politólogo Dominik Hirndorf realiza desde 2021 un estudio similar para la Fundación Konrad Adenauer, vinculada a la CDU (la Unión Cristiano Demócrata, actualmente en el poder). Se titula A qué temen los alemanes y en su última edición, de 2024 (aunque ya está trabajando en la siguiente), el principal temor de los alemanes es a las «tensiones entre Europa y Rusia», desbancando a las preocupaciones climáticas. «Uno de cada dos alemanes, la mitad de la población, tiene miedo a una guerra, eso es realmente mucho», valora. Y recuerda que en el barómetro de tendencias que publicó la cadena pública ARD en mayo, un 64 % de los alemanes temía una gran guerra en Europa, con o sin participación alemana.
Aparte de las diferencias metodológicas, todas las encuestas serias apuntan en la misma dirección, afirma. «En la nuestra, son el 51 % de los encuestados quienes tienen miedo a que Alemania sea atacada militarmente», dice. Y destaca dos razones principales para este temor. «Una parte teme que el rearme o el envío de armas a Ucrania actúe para Rusia como una provocación y otra tiene miedo de que, si no fortalecemos las Fuerzas Armadas, no estemos preparados en caso de que estalle una guerra», distingue.
Y, para los políticos, también tiene Hirndorf una recomendación. «No soy asesor político ni estratega, pero diría que hay que fijarse en lo que le da miedo a la gente e intentar reducir esos miedos, lo que implica reaccionar, actuar, pero también, por supuesto, comunicar, decir: «vale, ¿qué hacemos para que Alemania sea más segura?, ¿qué hemos hecho?, ¿qué más podemos hacer?, ¿qué se nos puede venir encima?»... Es decir, ser honestos y comunicar. Creo que eso también quita el miedo».
Como dijo Pistorius, prepararse... «para evitar que ocurra lo peor».