Chega hace historia y gana pro primera vez en tres ayuntamientos en Portugal, mientras el PSD recupera el dominio y consolida su hegemonía
Chega hace historia y gana por primera vez en tres ayuntamientos en Portugal, mientras el PSD recupera el dominio y consolida su hegemonía
Los socialdemócratas superan a los socialistas por un estrecho margen y reafirman su liderazgo en el poder local, mientras Chega consigue sus primeras alcaldías pero sin repetir el impulso de las legislativas
Portugal volvió a confirmar este domingo su carácter casi bipartidista en el ámbito municipal. El Partido Social Demócrata (PSD), de centroderecha, fue la fuerza más votada en las elecciones locales, imponiéndose en la mayoría de los municipios frente al Partido Socialista (PS). Con el 99,05 % de los votos escrutados, los socialdemócratas, en solitario o en coalición, lograron el control de 129 ayuntamientos, mientras que los socialistas alcanzaron 125.
La diferencia mínima entre ambas formaciones refleja un equilibrio político que persiste en la sociedad portuguesa, donde las dos siglas históricas continúan repartiéndose la mayor parte del poder territorial, pese a la irrupción de nuevas fuerzas como Chega, el PCP o los movimientos ciudadanos.
Chega debuta en el poder local, pero no logra repetir su éxito nacional
El partido Chega, liderado por André Ventura, consiguió por primera vez gobernar tres municipios —Albufeira, Entroncamento y São Vicente de Madeira— desde su fundación en 2019. Aun así, el resultado quedó lejos de las expectativas generadas tras las elecciones legislativas de mayo, cuando la formación se convirtió en segunda fuerza nacional.
Ventura calificó la noche como «buena, pero insuficiente», subrayando que el objetivo era consolidar una victoria de mayor alcance: «Chega logró implantarse a nivel municipal y convertirse en un partido con responsabilidad local. No es la victoria que queríamos, pero es un paso en el camino», afirmó el dirigente.
El partido Chega, liderado por André Ventura, consiguió por primera vez gobernar tres municipios
El líder prometió que su partido trabajará para traducir su fuerza parlamentaria en poder municipal, con más representantes en las cámaras locales y en las parroquias civiles.
Los grandes bastiones del país, en manos del PSD
El PSD logró victorias en las dos ciudades más emblemáticas del país, Lisboa y Oporto, así como en centros urbanos de peso como Braga, Aveiro, Vila Nova de Gaia, Sintra y Cascais. El triunfo en estas áreas metropolitanas refuerza la posición del primer ministro Luís Montenegro, quien destacó el valor simbólico y político del resultado.
Montenegro, también presidente del PSD, afirmó que superar a los socialistas «era un objetivo que muchos consideraban inalcanzable», y subrayó que su partido es ahora «el mayor de Portugal a nivel local, regional y parlamentario».
El PSD logró victorias en las dos ciudades más emblemáticas del país, Lisboa y Oporto, así como en centros urbanos de peso como Braga, Aveiro, Vila Nova de Gaia, Sintra y Cascais
Pese a la derrota, el PS logra mantener una presencia sólida y sigue siendo una fuerza fundamental en el panorama político portugués. La formación ganó en varias capitales de distrito, entre ellas Coimbra, Viseu, Braganza, Évora y Faro, lo que refleja que el desgaste electoral no ha sido tan profundo como se temía.
Su líder, José Luís Carneiro, recordó que hace apenas tres meses algunos auguraban una «erosión similar a la del socialismo francés», tras el batacazo de las legislativas. Carneiro reconoció que no alcanzaron todos los objetivos previstos, pero destacó que han obtenido resultados «impensables hace noventa días».
«Los portugueses pueden confiar en el Partido Socialista y en sus alcaldes, que mantendrán una cultura democrática de transparencia y servicio público», aseguró el secretario general.
El PS logra mantener una presencia sólida y sigue siendo una fuerza fundamental en el panorama político portugués
Un mapa político con equilibrio y nuevos matices
Detrás del pulso entre PSD y PS, los movimientos ciudadanos lograron 18 alcaldías, el Partido Comunista Portugués (PCP) 12, y el CDS-PP seis. Estos resultados, aunque minoritarios, evidencian un mapa político más diverso, con la emergencia de actores locales que, en determinados municipios, consiguen romper el esquema bipartidista tradicional.
En conjunto, las elecciones municipales confirman que Portugal sigue basculando entre la estabilidad y la fragmentación, con un electorado que premia la gestión local y castiga los excesos de los grandes discursos nacionales. El país, en definitiva, se mantiene fiel a sus raíces democráticas: dos partidos dominantes que se alternan el poder, y una ciudadanía que, con cada elección, redefine el equilibrio de fuerzas en la política portuguesa.
