El Gobierno de Starmer se resquebraja en medio de filtraciones y rumores de un posible relevo

Tras un primer año de mandato inestable, Keir Starmer se ha convertido en uno de los primeros ministros británicos más impopulares de la historia del Reino Unido y las tensiones por la aprobación de los presupuestos han aumentado los rumores de que en las filas laboristas se urde un plan para relevarlo.

Si bien, los diputados laboristas habían indicado previamente que el primer ministro no se enfrentaría a una contienda por el liderazgo hasta después de las elecciones locales de mayo de 2026, el martes por la noche varios medios de comunicación británicos citaron a aliados de Starmer que afirmaban que su puesto podría estar en peligro inmediato y señalaban a Wes Streeting, el secretario de salud, como un rival cuya «ambición» se veía con «particular suspicacia».

Streeting desestimó los informes como «tonterías contraproducentes», y declaró a los medios británicos que «no veía ninguna circunstancia en la que le haría eso a nuestro primer ministro». Acusó a los responsables de las filtraciones de intentar «debilitarlo».

La crisis que azota al Gobierno laborista llega a pocos días del anuncio del presupuesto el próximo 26 de noviembre, cuando se espera que el Partido Laborista, para llenar un agujero fiscal, incumpla una promesa electoral clave al aumentar la tasa básica del impuesto sobre la renta por primera vez en medio siglo.

Acusado por la líder conservadora Kemi Badenoch de propiciar un ambiente tóxico en Downing Street, Starmer se vio obligado a abordar el tema de las informaciones que apuntaban a que sus aliados estaban filtrando información en contra de altos cargos de su Gobierno.

Starmer declaró ante el Parlamento que no había autorizado las filtraciones: «Los nombré para sus cargos porque son las personas más capacitadas para desempeñar sus funciones» y agregó que «cualquier ataque contra cualquier miembro de mi gabinete es completamente inaceptable».

De acuerdo con Político los diputados laboristas han hablado en privado, aunque de forma imprecisa, durante meses sobre un cambio de líder. Desde que Starmer obtuvo una victoria aplastante en julio de 2024, su Gobierno se ha visto plagado de escándalos éticos, fallos de comunicación, cambios de personal y el auge del partido Reform UK de Nigel Farage, que ha situado el tema de la inmigración en el centro del debate político.

Más de uno se perfila como relevo

Aunque se rumorea que Streeting, el telegénico secretario de salud de 42 años, y la ministra del Interior, Shabana Mahmood, podrían aspirar al puesto desde la derecha del partido, ambos se enfrentan a una dura batalla para conservar sus escaños en las próximas elecciones generales y podrían tener dificultades para obtener el amplio apoyo de los miembros laboristas.

A pesar de que Streeting ha negado estar buscando el liderazgo del Partido Laborista, el martes se creó una página web llamada «Wes para Líder».

Según Político, todavía no hay un candidato consensuado del ala izquierda del partido tras la dimisión de la ex vicepresidenta de Starmer, Angela Rayner, a raíz de un escándalo inmobiliario.

En todo caso, derrocar a Starmer todavía parece difícil, ya que cualquier aspirante necesitaría el apoyo del 20 % de los miembros del partido en el Parlamento, lo que significa que 80 legisladores tendrían que ponerse de acuerdo sobre un candidato alternativo.