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Sarkozy de camino a prisión

Sarkozy de camino a prisiónAFP

Nicolas Sarkozy publicará el próximo mes un libro sobre las tres semanas que pasó en la cárcel

Sarkozy siempre ha insistido en su inocencia en el caso de la financiación irregular de su campaña presidencial de 2007

El expresidente francés, Nicolas Sarkozy, se niega a desaparecer de la escena pública. Tras su entrada, corta estancia y salida de prisión, ahora el exmandatario galo ha decidido contar su experiencia en la prisión de La Santé en un libro. Fayard, la editorial propiedad del magnate Vincent Bolloré, ha anunciado que el exmandatario publicará el 10 de diciembre un relato sobre sus tres semanas en prisión.

Serán 216 páginas que, según su entorno, aspiran a narrar la experiencia íntima de un expresidente de la República encerrado en una celda especial, lejos de los reclusos comunes, entre el 21 de octubre y el 10 de noviembre. Un libro que Sarkozy, de 70 años, llevaba tiempo anunciando: «dedicaré mi tiempo a escribir», había dicho al ingresar en prisión. Para ello, se llevó consigo dos obras que, a su modo, anticipaban su estado de ánimo. Una, El Jesús de la historia, de Jean-Christian Petitfils, un clásico sobre la dimensión humana del sufrimiento y la resistencia moral. La otra, El conde de Montecristo, de Alexandre Dumas, que es la historia de un hombre encarcelado injustamente que acaba fugándose para rehacer su destino.

Sarkozy siempre ha insistido en su inocencia en el caso de la financiación irregular de su campaña presidencial de 2007 con dinero procedente del régimen libio de Muamar Gadafi. Condenado en septiembre a cinco años de cárcel, logró salir en libertad condicional tras convencer al tribunal de que no existía riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas, mientras espera la apelación prevista para 2026. Aun así, la medida incluyó un detalle inédito, que es la prohibición expresa de mantener contacto con el ministro de Justicia, Gérald Darmanin, uno de sus más estrechos aliados políticos.

Durante la audiencia en la que se estudió su liberación, Sarkozy aprovechó para agradecer lo que definió como «la humanidad excepcional del personal penitenciario», asegurando que habían convertido «la pesadilla de la cárcel en algo soportable».

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